
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional que cite a declarar en calidad de investigado al ex consejero delegado de Día Ricardo Currás por presuntos delitos de administración desleal y falsedad contable durante su gestión. La diligencia se insta en el marco de la causa que instruye el juez Alejandro Abascal a partir de la querella presentada por un grupo de accionistas minoritarios de la compañía, además de una denuncia interpuesta por Borja de la Cierva, exconsejero delegado también del grupo, contra sus predecesores por el estado de las cuentas. Además de llamar a Currás, Anticorrupción propone citar como investigados a otros trabajadores de la compañía, si bien ninguno con un cargo de tanta responsabilidad, de acuerdo a las fuentes consultadas. Entre los querellados por los accionistas minoritarios estaban también Antonio Coto, que sustituyó a Currás tras su cese en agosto de 2018 y el propio De La Cierva.
Asimismo, la propuesta de diligencias incluye la toma de declaración como peritos de los auditores de Ernst & Young que revisaron las cuentas de Día y elaboraron el informe sobre su estado en esa fase previa a la entrada de la rusa LetterOne del magnate Mikhail Fridman como accionista mayoritaria.
EY, la firma que realizó el informe forensic sobre las posibles irregularidades en el capital de Dia, acusó a la antigua dirección de la compañía, con Ricardo Currás como consejero delegado hasta agosto de 2018, de haber cometido prácticas irregulares que "fueron ocultadas a los auditores externos y al consejo de administración".
Irregularidades contables
EY avaló así la posición de los consejeros no ejecutivos, entre los que se encontraban los representantes de LetterOne, la firma que se ha hecho ahora con el control de la empresa, y de KPMG, el auditor de las cuentas durante los últimos años. La ocultación de la información se produjo de forma deliberada, según reflejan algunos de los correos electrónicos entre directivos que recoge en el informe, en el que se ponen de manifiesto las maniobras para operar al margen de los controles establecidos.
Dia presentó ya en febrero de 2019 una denuncia ante la Fiscalía por las irregularidades contables, que le obligaron a reformular las cuentas de 2017. La denuncia apuntaba directamente a Currás; su sucesor en el cargo hasta diciembre, Antonio Coto, y Amado Sánchez Falcón, exdirector financiero del grupo.
Cuentas infladas
Currás fue destituido tras descubrirse que habría inflado presuntamente las cuentas para cumplir con los objetivos, exigiendo pagos a los proveedores de forma irregular. El consejo decidió en ese momento su relevo por Coto, al que se despidió cuatro meses después cuando se descubrió que esas mismas prácticas se habían llevado a cabo en Brasil, país al frente del cual había estado en los últimos años.
La Audiencia Nacional, a petición del Tribunal Supremo,está investigando también la actuación del empresario ruso y fundador de LetterOne, Mikhail Fridman, desde su entrada en el capital de Dia en julio de 2017 hasta la toma de control de la compañía el año pasado. Es su segunda causa contra el magnate, ya que tiene otra abierta por su actuación en la tecnológica española Zed.