
El Banco Santander ya ha reducido casi el mismo número de oficinas que absorbió tras integrar el negocio del Popular en Portugal en 2018. El grupo financiero ha realizado un ajuste en el país vecino de casi el 19% de la red de sucursales y del 5% de la plantilla, lo que significa el cierre de 127 oficinas y la salida de 340 empleados entre inicios de 2018 y el tercer trimestre de este año.
Cabe recordar que el Santander absorbió las 115 oficinas que tenía el Popular en el país luso y en torno a unos 900 empleados. De este modo, el recorte del grupo cántabro supone más que limpiarse de todas las sucursales que heredó del banco adquirido y de casi un 37% de la plantilla que integró. Concretamente, a cierre del primer trimestre de 2018 -tras integrar Popular- el Santander en Portugal contaba con 676 oficinas, frente a las 549 que tenía a septiembre de este año, y 7.018 empleados, frente a los 6.678 trabajadores actuales.
Este ajuste, junto a las sinergias tecnológicas, ha permitido a la entidad cántabra mejorar la eficiencia en su filial lusa incluso a niveles superiores de los que tenía antes de integrar el banco adquirido. A cierre del tercer trimestre de este ejercicio, Santander Totta tiene un ratio de eficiencia del 44,8%, frente al 46,4% de inicios de 2018 y el 48% que reseñaba a cierre de diciembre de 2017.
Primera grupo privado
La integración de la filial lusa del Popular ha permitido a Santander Totta posicionarse en el país vecino como el primer banco privado por volumen de activos y préstamos. Concretamente, el banco cuenta en Portugal con 56.838 millones de euros en activos y 36.536 millones de euros en créditos. La consolidación de ambas entidades permitió a la filial cántabra incrementar en un 18% el número de activos y en un 16,7%, los préstamos.
Banco Santander Totta es el primer banco privado de Portugal por número de activos, que se sitúan en 56.838 millones a septiembre de 2019
La cifra de préstamos concedidos a la clientela de la filial en el país luso es de 36.536 millones, que también le sitúa como número uno en este segmento
Asimismo, el número de clientes vinculados creció un 13% hasta los 775.000, mientras que los clientes digitales se incrementaron un 38,5%.
En España, el Banco Santander terminó el pasado 22 de noviembre el ajuste de la red de oficinas que llevó a cabo en el marco del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que aplicó tras culminar la integración de los sistemas tecnológicos del grupo cántabro en las sucursales del Popular. El recorte implicó finalmente la clausura de 1.128 sucursales en España, frente a las 1.150 que implicaba el acuerdo con los sindicatos, que finalmente no se ha alcanzado ni se alcanzará en el marco de esta reestructuración de la red. Con estos cierre, el ERE también afecta a 3.223 puestos de trabajo.
Desde la entidad han asegurado en distintas ocasiones que este ajuste no implica que algún municipio se quede sin servicios bancarios, ya que la mayoría de cierres han tenido lugar en ciudades y no en zonas rurales, al tiempo que se está reforzando la red de agentes y colaboradores. Así, cada oficina que se ha cerrado tiene otra sucursal del grupo a una distancia media de unos 230 metros, por lo que el procedimiento se enmarca en la necesidad de eliminar duplicidades.