
Las financieras de consumo, de momento, están evitando los efectos del frenazo en la concesión del crédito por la ralentización de la economía y la incertidumbre en la confianza de los ciudadanos, además del repunte de la morosidad. Según los datos del Banco de España, las firmas especializadas en préstamos para la adquisición de bienes han aumentado sus beneficios hasta septiembre hasta 763 millones, lo que supone un aumento del 10,4% con respecto al mismo periodo de 2018.
Los establecimientos financieros de crédito (EFC), entre los que se encuentran filiales de bancos tradicionales y divisiones de compañías de distribución y automóviles principalmente, están demostrando su fortaleza y resistencia al nuevo escenario, que está siendo vigilado con detalle por el organismo supervisor como consecuencia de la subida de la morosidad en este segmento. Desde hace meses, el Banco de España lleva reclamando al sector que mantenga la prudencia en la concesión de los préstamos, sobre todo en los otorgados para bienes de consumo duradero, por el aumento de los impagos.
El volumen de insolvencias de estas entidades han subido en doce meses un 3,6%, hasta los 2.856 millones de euros, lo que ha obligado a aumentar las coberturas. Las provisiones para hacer frente al alza de la dudosidad han sido incrementadas en un 0,5% y el ratio de cobertura se sitúa en el 73,6%.
La actividad de consumo es una de las áreas que los bancos han impulsado desde 2014, año en que comenzó la recuperación, por la elevada rentabilidad que ofrece, muy por encima del resto de segmentos, como el hipotecario o el de grandes empresas. Aunque los rendimientos del capital de los establecimientos han caído levemente, estos se mantienen en el entorno del 15%, casi tres veces más de los retornos que ofrece el sector financiero en su conjunto. La rentabilidad del sistema se limita a menos del 6%, un nivel insuficiente para los inversores, que piden entre un 8 y un 10% para que se considere atractivo.
La rentabilidad de estas firmas alcanza el 15%, aunque sus impagos se elevan levemente
Hay que tener en cuenta que los tipos de interés que se reclaman a los clientes por los créditos al consumo está por encima del 8%, uno de los precios más elevados de toda la zona euro.
Las financieras han experimentado un crecimiento acelerado en los últimos cinco ejercicios. El saldo crediticio de estas firmas ha escalado un 33%. Una cifra que difiere sustancialmente con la evolución del saldo de préstamos totales, que aún registra caídas interanuales. Sin embargo, desde septiembre la financiación al consumo se ha frenado en sector debido a la ralentización de la economía y a la mayor prudencia en la concesión. En la actualidad apenas presenta un crecimiento del 0,6%.
En algunos meses ha sufrido, incluso, descensos, que aunque moderados, se contraponen con las subidas de más de doble dígito encadenadas desde el comienzo de la recuperación del sector.
A pesar del frenazo y del aumento de la morosidad, las financieras presentan grandes diferencias con respecto a la crisis que pasaron en 2009 y 2010, en el inicio de la crisis, cuando sus ratios de impagos se dispararon y tuvieron que enfrentarse a una reestructuración.