
El mercado de la vivienda empieza a registrar los primeros síntomas de ralentización y a las menores subidas de precios se suma también la caída de las ventas. Así, según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), el volumen de transacciones de las agencias ha sufrido un descenso interanual medio del 15% durante el tercer trimestre del año.
La FAI, que agrupa a un total de 850 agencias inmobiliarias con representación en las diferentes comunidades autónomas, considera que la incertidumbre política, el enfriamiento de la economía y la restricción del crédito tras la aprobación de la nueva Ley Hipotecaria siguen siendo los principales factores de la caída en la venta de viviendas. Asimismo, recalca que "el difícil acceso de la población joven al mercado de la vivienda, vinculado, en gran parte, a estos tres factores, arrastra también al mercado inmobiliario a una ralentización".
La caída en la actividad de las agencias se registró ya durante el segundo trimestre, si bien, entre los meses de abril, mayo y junio la contracción de las operaciones respecto al mismo periodo del año anterior fue del 12%.
"El difícil acceso de la población joven al mercado de la vivienda, vinculado, arrastra también al mercado inmobiliario a una ralentización"
Este aumento de tres puntos porcentuales en el volumen de caída de las compraventas refleja la nueva realidad que vive el sector. Una situación que queda retratada también con las últimas cifras sobre firma de hipotecas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que apuntan que en el mes de agosto se desplomaron un 29,9%. Concretamente, la contratación de hipotecas ha registrado su peor cifra de los últimos tres años con 20.385 operaciones. Esta caída se ha dado cuando todavía no habían pasado dos meses de la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria, que, tal y como muestran los datos, ha supuesto un importante impacto para la actividad del mercado.
Desde la FAI apuntan además que "el difícil acceso de la población joven al mercado de la vivienda, vinculado, arrastra también al mercado inmobiliario a una ralentización" y reiteran "la urgencia de adoptar medidas consensuadas, no sujetas a los cambios políticos, para evitar que se agudice el retroceso del mercado".