
La gran reestructuración que ha puesto en marcha el gigante alemán Deutsche Bank a nivel global finalmente afectará a su filial española. Aunque desde la entidad se había negado que nuestro país sufriera nuevos ajustes hasta ahora, la dirección ha decidido llevar a cabo nuevos recortes.
En principio, Deutsche Bank procederá a la clausura de una docena de sucursales a finales de año y a la disminución de unos cincuenta trabajadores a través de prejubilaciones y despidos. Las sucursales que cerrará se encuentran en Palencia, Huesca, Soria, Teruel, Manresa, Marbella, Santa Pola (Alicante), Mollet, Benidorm, Barcelona y dos centros agenciales de Madrid, según ha comunicado el banco a los sindicatos.
Con este recorte, el grupo germano dejará de tener presencia en todas las provincias, una circunstancia de la que venido haciendo gala al ser la única entidad internacional con red en todo el territorio. A partir de diciembre, cuando se ejecute el plan, abandonará las plazas de Palencia, Huesca, Teruel y Soria.
Los representantes de los trabajadores van a mostrar su disconformidad con el ajuste en una próxima reunión en el Comité de Empresa Europeo, ya que la reestructuración, a su juicio, no es necesaria después de que el año pasado Deustche Bank clausurara cuarenta sucursales, una quinta parte, hasta situar la red en 187 oficinas
La medida se enmarca en el proceso del grupo alemán de adelgazar su estructura para mejorar la rentabilidad, por el que procederá al despido de unos 18.000 trabajadores en todo el mundo hasta 2022. El banco saldrá de la actividad de renta variable y la recortará su negocio de banca de inversión para enfocarse en banca corporativa, financiación, cambio de divisas, banca privada y gestión de activos.
Los ajustes de Deutsche Bank en España no son la única medida para intentar cosechar unos beneficios más elevados. La filial ha llevado a cabo una continua venta de oficinas con posterior arrendamiento para lograr plusvalías. El año pasado se deshizo de 24 sucursales, el 13% del total, una operación por la que se anotó unos ganancias netas de 11 millones de euros. En 2017 logró unos extraordinarios superiores, de unos 20 millones, con el traspaso de once centros operativos. De esta manera, al menos el 19% de su red comercial se encuentra en régimen de lease & back, con un coste anual cercano a los 25 millones.
En el primer semestre de este ejercicio, la franquicia de Deutsche Bank repitió los resultados del mismo periodo de 2018 al ganar 27 millones, según los datos de la entidad enviados a la CNMV.