
Deutsche Bank continúa con su plan de venta de oficinas en España con posterior arrendamiento para conseguir plusvalías y mejorar su cuenta de resultados. La entidad vendió el año pasado 24 sucursales, el 13% del total, operación por la que cosechó unos ganancias netas de 11 millones de euros.
Ya en 2017 logró unos extraordinarios superiores, de unos 20 millones de euros, con la desinversión de 11 centros operativos. De esta manera, al menos el 19% de su red comercial se encuentra en régimen de lease & back, con un coste anual cercano a los 25 millones.
La filial de grupo alemán ha llevado a cabo en los últimos años un proceso de reestructuración y ajuste, para adaptarse al nuevo entorno y a la estrategia de enfocarse a los colectivos con rentas medias y altas. En 2018, por ejemplo, procedió al cierre de 40 oficinas, es decir, una quinta parte.
Estos cierres se produjeron después de que la matriz decidiera suspender la desinversión de su negocio en España tras recibir ofertas por debajo de las expectativas. La entidad que más dinero ofreció fue Abanca, que meses después, en cambio, sí adquirió la actividad minorista de Deustche Bank en Portugal.
Cuarta posición en el mercado español
El gigante germano opera en España con una división de empresas e inversión, una gestora de activos (DWS) -que ocupa la cuarta posición en el mercado español por volumen- y un área de banca privada y comercial. Según sus propios datos, a finales de 2018 la entidad tenía 40 centros de negocios y 18 centros de inversión en España, que atienden a más de 650.000 clientes particulares, 40.000 empresas y 6.000 pymes con negocio internacional.
La franquicia mejoró sus resultados el año pasado, pasando de 10 millones a 45 millones, gracias a las plusvalías conseguidas con la venta de las sucursales y la vuelta a beneficios de las ganancias brutas recurrentes.