Fondos, promotoras, socimis y cooperativas han apostado fuerte para conseguir hacerse con alguno de los terrenos que formaban parte de la conocida como Operación Mahou-Calderón. Este desarrollo, que dará lugar a un nuevo barrio sobre los terrenos del antiguo estadio Vicente Calderón, era una de las pocas bolsas de suelo a la venta dentro de la M-30, lo que la ha convertido en un auténtico caramelo para los inversores.
A falta de que se venda la última parcela, en un proceso que está gestionando la consultora inmobiliaria Colliers, las firmas que han logrado adquirir alguno de los suelos se han puesto ya manos a la obra para diseñar sus proyectos.
Ibosa, que ha sido la última en sellar un acuerdo en este ámbito para hacerse con la parcela RC.1, es la que tiene el proyecto en fase más avanzada. Esto es posible porque la firma va a levantar su promoción, bautizada como Residencial Zaurak, mediante la fórmula de cooperativa. A diferencia de otro tipo de inversores, la gestora de cooperativas tiene que acudir a la subasta del suelo con un porcentaje de ventas elevado, y para ello debe diseñar con antelación un proyecto para su comercialización.
La firma, que espera poder arrancar las obras en un año, será seguramente la más competitiva en precios dentro del ámbito, ya que esta es otra de las ventajas de las cooperativas. "La figura del promotor la borramos y es el comprador final el que pasa a convertirse en promotor", explica Juan Jose Perucho, socio y director general del Grupo Ibosa, que apunta que esto tiene dos caras. "La mala es que el comprador asume el riesgo promotor, pero la buena es que cuenta con un gestor, que si es especializado y bueno, elimina ese riesgo". Asimismo, Perucho destaca que la gestora "traslada al comprador el beneficio del promotor. No le trasladamos el 100%, pero si el 70%, y el otro 30% se lo damos al vendedor del suelo y eso nos da la capacidad de pagar más que nadie".
Con esta estrategia Ibosa venderá las casi 200 viviendas que forman su proyecto a unos 4.900 euros por metro cuadrado, con garaje incluido. Este precio se sitúa muy lejos de los casi 6.000 euros que se manejan para los proyectos de otros propietarios de la zona, como Azora y Pryconsa.
De momento, la firma ya tiene reservadas un 50% de las unidades de su promoción, que ha sido diseñada por el estudio de arquitectura Morph. El Residencial Zaurak estará ubicado en Paseo Imperial esquina con Paseo de los Pontones y contará con viviendas de consumo casi nulo de una a cuatro habitaciones con opción de ser personalizadas por el comprador.
Apuesta por la zona
Azora, que en alianza con CBRE GIP, fue la primera en cerrar la adquisición de dos de las parcelas del ámbito (RC7 y RC8) ubicadas dentro del Pasillo Verde de Madrid Río tiene previsto promover un proyecto de viviendas de alto standing en estos suelos, los dos más cercanos al río Manzanares, donde construirán dos urbanizaciones residenciales con un total de 340 viviendas, principalmente de uno, dos y tres dormitorios. En este caso, está previsto que la construcción se inicie en el cuarto trimestre de 2020 y espera completarse a finales de 2022. El proyecto cuenta con la colaboración de Gestilar, que será director del proyecto y comercializador.
El interés que ha despertado la venta de estos terrenos ha tenido además un efecto arrastre para la zona, ya que se han cerrado otras operaciones de suelo fuera del ámbito como la que ha protagonizado Core y Arjusa en la antigua subestación de Iberdrola. Ambas compañías intentaron hacerse con algunas parcelas de Mahou-Calderón sin éxito, pero "finalmente hemos comprado un suelo que nos gusta aún más, ya que tiene una ubicación privilegiada en primera línea de río", explica Juan Jurado, director de Operaciones de Arjusa.
Bautizado como Madrid Río Living, el proyecto diseñado por López y Tena Arquitectos, se encuentra en el número 51 del Paseo Virgen del Puerto y cuenta con 103 viviendas, todas ellas con terraza. La promoción, vendida al 50%, tiene piscina, gimnasio, gastrobar y zona chill out con vistas al Palacio Real.