
La escalada del 10% precio del petróleo, como resultado de los ataques a la infraestructura petrolera de Arabia Saudí, terminará repercutiéndose en los precios de los gasóleos y las gasolinas de los conductores, pero una proporción muy inferior, de un 3% a un 4%, y debería suceder a corto plazo, en apenas unas semanas.
De acuerdo con datos de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), la patronal Repsol, Cepsa, BP, Galp y Saras, en el caso de la gasolina, el coste de la materia prima sólo representa alrededor de un tercio del precio final que abonamos en el surtidor, correspondiendo el resto a los impuestos -prácticamente la mitad-, los costes de distribución y los márgenes de las empresas, que rondan el 15%.
Ese tercio del precio final que se debe al coste de la materia prima tampoco está directamente relacionado con el precio del crudo, sino con las cotizaciones internacionales de los productos refinados, los gasóleos y gasolinas, en los que influyen numerosos factores, como la calidad del crudo, sus costes logísticos, la eficiencia de las refinerías, los seguros y las coberturas de los agentes del mercado...
Impacta en un tercio del precio final
Al final, con una cuenta gruesa, el 10% de incremento del crudo que se está registrando estos días de incertidumbre geopolítica impactará sólo sobre el 33% del precio final, de modo que éste se incrementará en torno a un 3% o un 4%.
Además, esta subida se debería producir a corto plazo, en un par de semanas, según destacan expertos como Amrita Sen, analista de Energy Aspects, por el tiempo que tarda en irse trasladando a lo largo de toda la cadena de valor industrial, desde la boca del pozo hasta el depósito del vehículo.
¿Y cuánto durará la subida? Pues es muy difícil de vaticinar, por la cantidad de factores que pueden influir en los precios, desde los excedentes que hay actualmente en el mercado -que pueden compensar la escalada a corto plazo- hasta las medidas extraordinarias que puedan adoptarse, como una acción coordinada de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en el caso de que las hostilidades en el Golfo Pérsico se recrudezcan y se interrumpa el tránsito de buques petroleros.