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De la listeria en la carne al mercurio en el pescado: el sistema de alerta alimentaria mejora

  • La seguridad alimentaria en España es más alta que nunca
La carne mechada que despertó esta crisis. Foto: eE

En las últimas semanas, han saltado diferentes alertas alimentarias con determinados productos que, en casos concretos, han tenido resultados fatales. Sin embargo, ¿estamos realmente ante una crisis sanitaria en España? ¿Cuáles son los motivos de estas alertas? En el primer cuatrimestre del 2019 se han notificado un total de 1.235 alertas y notificaciones alimentarias según el Sistema de Información Rápida Europeo (RASFF), de las cuales 328 han sido alertas (26,5%), 440 notificaciones de información (35,5%) y 467 (38%) rechazos en frontera. En España, que han notificado en lo que va de año 18 alertas a la UE, se observa un constante aumento en el número de las mismas desde 2013, aunque todos los expertos coinciden en que el nivel de seguridad alimentaria es más alto que nunca gracias precisamente al sistema de notificaciones rápidas.

Pero, ¿cómo se origina una alerta alimentaria en España? En primer lugar, se trata de notificar el riesgo grave asociado a un peligro presente en un alimento, que requiere o podría requerir una acción rápida, en una o varias comunidades o en otro Estado miembro, siempre que el producto implicado sea originario y/o esté distribuido en España. Es decir, las notificaciones de alerta vienen determinadas por peligros detectados en los alimentos que conllevan un riesgo grave para la salud de los consumidores.

En el caso de la carne mechada de la empresa Magrudis, así como la reciente alerta por toxinas en el atún en aceite de girasol de la marca Dia, la alerta alimentaria se ha notificado una vez puesta a la venta, pero hay diferentes puntos de la cadena de distribución donde puede saltar una alerta, pudiendo notificarse, por ejemplo, a la entrada en puerto de materias importadas o, en el peor de los casos, como ha sido este, una vez puesta en circulación.

En cuanto al origen de los productos contaminados en el primer cuatrimestre del año hay que destacar que el mayor número de notificaciones tiene su origen en Europa con un 41%, por lo que cae ligeramente respecto al total de 2018, que alcanzó un 43%. El país que más notificaciones ha provocado en el continente europeo ha sido Polonia, con un 15% seguido de cerca por Francia con un 11%.

Asia, que baja dos puntos y medio en comparación con el año anterior, se situó en el 30,5%, por lo que sigue siendo el segundo continente en notificaciones de alimentos; tanto Turquía como China suponen el 26,5% cada una del total de alertas y notificaciones, más de la mitad del total de las mismas.

En el caso de América, que se mantiene respecto al año anterior, Estados Unidos posee el 33% de las notificaciones, seguido de Brasil con el 24%. Por otra parte, en África, que crece un punto y medio en comparación con el total de 2018 destaca Sudán con el 37% de los avisos.

Fuentes contaminantes

Los motivos de las notificaciones de alerta que han sido gestionadas entre enero y abril de 2019, son varios. El mayor porcentaje corresponde a la contaminación biológica, con un 29,5% del total, y en el que las salmonelas son las causantes del 65% de las mismas. La salmonella sps. es la principal protagonista del grupo, concretamente en el 84% de los casos, y en el que el sésamo está implicado en el 41%. El 9% corresponde a la salmonella enteritidis, con el pollo implicado en el 81% de los casos, y en el que Polonia es el origen de las notificaciones en el 88% de los casos. El 7% corresponde a la salmonella typhimurium, con las aves de corral como protagonistas en el 59%.

El caso de los avisos por Listeria monocytogenes ha supuesto un 14% del total, donde ha estado patente en alimentos como el queso, en el 30% de los casos, y el salmón ahumado, con un 26%.

Respecto al porcentaje de fraudes, del total notificado a través de la red, el 37% de un total de 91 casos, corresponde a la no declaración de alérgenos en el etiquetado. Si hablamos de las micotoxinas, en el 84% de los casos, la contaminación ha sido causada por aflatoxinas, donde el cacahuete es el producto causante de un 51%, y en el 35% de los casos, estos provienen de Argentina.

En el caso de los residuos de fitosanitarios y medicamentos, que en el gráfico aparecen con un 11,5% del total, los fitosanitarios han supuesto el 84,5%, con las verduras y hortalizas implicadas en el 43% de los casos; los medicamentos han supuesto el 15,5%. En cuestión de metales pesados, el mercurio sigue siendo el protagonista con un 51%, con el pez espada a la cabeza como principal causante con el 61% de las alertas.

Por otro lado, y tras un análisis comparativo de los últimos cinco años, en cuanto a alertas y notificaciones recibidas, se puede observar que  y se mantienen en el tiempo.

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