Empresas y finanzas

El 80% de los españoles no compra nunca alimentación online

  • La venta en Internet solo supone el 2,3% del total
  • Los consumidores siguen mostrando desconfianza a comprar en la web
Foto: Dreamstime

Internet sigue siendo la gran asignatura pendiente de las cadenas españolas de supermercados. De acuerdo con los últimos datos de la consultora KantarWoldpanel, el canal online tan solo representa el 2,3% de las ventas, un porcentaje que se sitúa muy lejos de las cuotas alcanzadas en otros países europeos, como Francia, donde esa participación se eleva hasta el 5,6% y, sobre todo, China, un mercado en el que Internet supone ya el 9,6% del negocio total de la distribución alimentaria.

El propio sector reconoce, de hecho, que en España, existe un problema. "En alimentación se vende menos por Internet", reconoce Ignacio García, director general de Asedas, la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados, que defiende los intereses de compañías como Mercadona, Dia, Ahorramás, Covirán, Spar o el Grupo Ifa. 

Observatorio

Según el III Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico de Alimentación, que elabora precisamente Asedas, el 76% de los españoles nunca hace la compra a través de Internet y a la hora de adquirir productos de alimentación y bebidas sigue optando única y exclusivamente por acudir a las tiendas. Un 20% hace su compra de forma mixta -tanto en tienda física como online, mientras que un 2% hace todas sus operaciones en la Red.

El estudio desvela, además, que este año está descendiendo ligeramente el número de cibercompradores y que también baja el número de compradores mixtos, lo que hizo que la tienda haya recuperado participación de mercado con respecto a 2018.

Según el muestreo, sustentado en un total de 2.300 entrevistas, los principales motivos que alegan los consumidores para no hacer sus compras a través de Internet son que prefieren ver y comprobar los productos antes de adquirirlos o que desconfían del estado de los alimentos que les traen, especialmente en el caso de los frescos, además de que sigue habiendo una gran desconfianza en la seguridad para realizar los pagos.

Pero no solo eso. El estudio de Asedas pone de manifiesto, además, otra serie de problemas, como son la dificultad para devolver aquellos productos que no están en buen estado; los tramos y horarios de entrega o las dificultades, especialmente entre los mayores, para manejar la web de la tienda online y elegir los producto.

El modelo chino

Las cadenas españolas de distribución tienen así un recorrido muy amplio por delante, con el ejemplo, según todos los expertos, del mercado chino. "El hecho de que el 90 por ciento de los consumidores chinos utilicen sus smartphones para hacer la compra por Internet es asombroso y demuestra lo que se puede llegar a lograr. Las marcas y distribuidores europeos tienen mucho que aprender: tienen una gran oportunidad de aumentar las ventas entre un público más dinámico y conocedor, que prefiere comprar de esta manera", explica Eric Batty, director global de desarrollo de comercio electrónico en Kantar Worldpanel.

Stéphane Roger, director de distribución de estas misma consultora, recuerda en este sentido que "solo una cuarta parte de la población mundial hace la compra del súper online, por lo que será vital atraer a nuevos compradores ofreciendo una experiencia de compra sin problemas, cómoda y placentera, tanto por Internet como fuera de él".

Las motivaciones

En el observatorio de Asedas se se recuerda, asimismo, que entre las principales motivaciones para comprar online se encuentran la falta de tiempo para ir a la tienda, la comodidad que supone ahorrarse los desplazamientos, el hecho de evitar comprar por impulso una vez que se está en la tienda física o no tener que esperar colas. Y es ahí donde, según los expertos, se debe incidir.

En Kantar Worldpanel prevén que 2025 las ventas online representen más del 10% del total de ventas en gran consumo (alimentación, droguería y perfumería), con China y Estados Unidos a la cabeza y los mercados asiáticos, en general, manteniéndose como los más vanguardistas, pero en España queda aún mucho trabajo por hacer. Todo ello sin olvidar además que la cuota de los pure players en España, como Amazon, sigue siendo todavía pequeña, respecto al conjunto del comercio electrónico de alimentación, con una participación total del 20%, por lo que cuentan aún con mucho recorrido.

Según el observatorio de Asedas, el perfil de consumidor online se corresponde con familias de rentas altas compuestas por cinco o más miembros que hacen encargos voluminosos, mientras que los jóvenes de entre 18 y 34 años se inclinan por las compras mixtas. El análisis muestra también que el tiempo que los consumidores invierten en hacer sus compras se ha igualado entre la compra online y física, una operación a la que se dedica de media entre treinta minutos y sesenta minutos.

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