
Las aguas laborales vuelven a estar revueltas en Ryanair en un momento en el que la compañía ha anunciado el cierre de bases por la crisis del 737 MAX. Los sindicatos de pilotos y tripulantes de cabina de varios países de Europa están empezando a organizarse para ir a la huelga en agosto ante los problemas que están teniendo para llegar a acuerdos con la compañía de bajo coste e, incluso, para lograr que cumpla los compromisos que adquirió a principios de año para frenar los conflictos laborales.
Los primeros en anunciar movilizaciones han sido los pilotos de Reino Unido, uno de los principales mercados de Ryanair, que el lunes empezaron las votaciones entre sus asociados de cara a convocar huelgas a partir del 19 de agosto. El sindicato británico Balpa critica que Ryanair no está dispuesta a negociar ninguno de los aspectos que preocupa al colectivo como el futuro de las pensiones, la pérdida de los beneficios de maternidad, los subsidios o fijar "una estructura salarial justa, transparente y consistente". "No hemos podido llegar a un acuerdo con la empresa en relación con ninguna de nuestras preocupaciones. De hecho, la compañía no ha presentado ninguna oferta", aseguran.
"No hemos podido llegar a un acuerdo con la empresa. De hecho, no ha presentado ninguna oferta"
Los pilotos irlandeses están teniendo los mismos problemas para pactar un cambio en su estructura salarial por lo que han decidido sumarse a las movilizaciones de sus vecinos. Así, la Asociación Irlandesa de Pilotos de Aerolíneas (IALPA), una rama del sindicato Fórsa, arrancó ayer la votación para ver si finalmente convoca una huelga a finales de agosto. Los resultados se conocerán en la primera semana del mes que viene. En este punto, el sindicato también tiene una batalla abierta contra los falsos autónomos en el sector. A finales de 2018 solo el 34% de los pilotos de Ryanair tenía contratos laborales fijos.
En España, el colectivo también está en conversaciones con la compañía pactar mejoras pero de momento no hay ninguna novedad.
Los TCP de Portugal han aprobado cinco días de huelgas en agosto
Portugal ha sido el último país que ha convocado una huelga. En este caso han sido los Tripulantes de Cabina (TCP) que prevén parar cinco días en agosto, tal y como se aprobó el martes en la Asamblea General de SNPVAC. El sindicato explica que la aerolínea de bajo coste se ha negado a cumplir con los acuerdos firmados en noviembre de 2018 por los que Ryanair se comprometía a aplicar la legislación laboral portuguesa. Así, aseguran que no se ha implementado el pago de las vacaciones, la contratación como fijos dentro de Ryanair de todos los TCP con más de dos años de antigüedad, los permisos por paternidad y las vacaciones de 22 días por año.
En Italia y Suecia también se avecinan conflictos y en España los TCP están teniendo problemas con los nuevos contratos, igual que los lusos, ya que incluyen cláusulas contrarias a la ley, con la eliminación de las agencias y con el pago de las nóminas. Así, no consiguen sentarse a negociar un convenio colectivo. Ante los problemas, que llevaron a algunos TCP a cobrar 100 euros en las nóminas, han empezado a analizar convocar huelgas a finales de agosto o septiembre. No en vano, la Inspección de Trabajo ya ha decidido sancionar a la compañía por cesión ilegal de trabajadores al resistirse a cerrar las agencias de contratación Workforce y Crewlink, donde los empleos son temporales.
Southwest, sin el MAX hasta enero
Southwest Airlines, la aerolínea estadounidense con más 737 MAX de Boeing, informó que extenderá la cuarentena del avión hasta el 5 de enero 2020. También indicó que dados los problemas con el aparato dejará de volar al Aeropuerto Internacional Newark (Nueva Jersey) a partir de noviembre. La puesta en tierra del MAX ha provocado que esta low cost haya tenido que cancelar vuelos y elevar el precio de sus billetes de cara a finales de este año. La compañía espera que su capacidad caiga en el conjunto de 2019 hasta un dos por ciento con respecto al año pasado cuando el mercado esperaba un alza del 5%.
Por su parte, American Airlines incluyó un cargo de 175 millones de dólares antes de impuestos en el segundo trimestre para lidiar con los miles de vuelos cancelados durante dicho periodo por la cuarentena del Max. En el conjunto del año esta situación costará a la aerolínea aproximadamente 400 millones de dólares.