Pasamos demasiado tiempo trabajando a lo largo de nuestra vida como para que sea en un entorno hostil. Enfrentar un ambiente laboral tóxico no es agradable para nadie, ya que podría afectarnos no solo en nuestro rendimiento profesional sino también en nuestra vida personal: estrés, ansiedad, problemas para dormir, para comer... problemas que pueden desencadenar graves consecuencias productivas.
Ya sea por la sobrecarga de trabajo o por la ausencia del mismo, la presión por alcanzar ciertos objetivos acaba por generar un clima de tensión que termina repercutiendo ya no solo en la calidad del trabajo realizado, sino en el propio desempeño de la empresa.
Por todo esto hay que hay que admitir que es de suma importancia que las empresas fomenten un entorno basado en la cooperación y el respeto mutuo, evitando incurrir en actitudes excluyentes y, en el peor de los casos, en "mobbing", tecnicismo que hace referencia a las situaciones de acoso laboral.
Hasta llegar a este punto podemos obviar muchas señales, o simplemente pasarlas por alto para conservar el trabajo, sobre todo ahora que vivimos en una incertidumbre económica sin precedentes en la historia reciente.
Cinco señales de que estás desaprovechado
En referencia a lo anterior, hay que considerar que "si tu trabajo te está consumiendo, puede que sea hora de hacer un cambio", recomienda el abogado laboralista Ignacio de La Calzada en un vídeo de su cuenta de TikTok, que va más allá y enumera cinco 'red flags' por las que deberíamos considerar renunciar a un trabajo:
- Falta de crecimiento. Si llevas años en un trabajo y descubres que no tienes ni vas a tener posibilidades de aprender ni de ascender, es una señal clara de que no es para ti, ya que un buen empleo debe permitirte crecer y ser mejor.
- Tener un ambiente tóxico. Cada día que vas está lleno de conflictos, quejas, malas formas... es el momento de reconsiderar si de verdad quieres seguir en ese ambiente.
- Tienes un salario insuficiente. Puede ser que cobres menos de lo que marca el mercado o que no sea acorde a tu experiencia. Si descubres que efectivamente es así, replantéate abandonar porque "a lo mejor otra persona si que te valora".
- Tu trabajo no te motiva en absoluto. Si cada día vas con 0 motivación y te pasas la semana esperando a que llegue el viernes para descansar el finde, "es posible que estés desperdiciando tu potencial".
- El punto más importante: que esté afectando a tu salud. Si sientes que tu trabajo está afectado y agotando tanto su salud física como mental, es el momento de valorar un cambio, dado que "nada ni nadie justifica poner en riesgo tu salud, y menos por un trabajo".
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Si detectas algunas de estas 'red flags' estás a tiempo de pararlo todo y dimitir antes de que vaya a más, no te arriesgues a comprometer tu salud en un entorno laboral tóxico en el que no te sientes respetado. Si lo haces, serías uno más en la 'Gran Dimisión' española, fenómeno que ya el año pasado dejó números extraordinarios nunca vistos.
Y es que en 2024 casi tres millones de trabajadores renunciaron a su puesto, una cifra inédita en nuestro país desde que hay registros, fenómeno que choca bastante con el hecho de que España sea la nación con la mayor tasa de paro de la Unión Europea, un 10,4%.
