
La moderación de la inflación no ha relajado el pulso entre empresas y trabajadores por los salarios. Al menos no con la intensidad que cabría esperar. Los análisis e indicadores más actualizados sobre la evolución de los sueldos coinciden en retratar un panorama en el que la falta de mano de obra y el coste de la vivienda se han convertido en los factores determinantes para unos incrementos de las retribuciones que podrían cerrar 2024 con una subida promedio muy por encima de la del IPC.
En su último informe sobre la situación del país, BBVA Research estima que los salarios continuarán aumentando entre el 3 y el 5 %, en términos anuales durante los próximos trimestres. De hecho, su estimación es que la remuneración por asalariado se incremente un 4,7 % de promedio en 2024 y un 3,1 % en 2025.
Una evolución que, en lo que respecta a este año, supera claramente los incrementos fijados por los convenios colectivos en lo que va de 2024, que se sitúan en el 3,04% con datos acumulados hasta septiembre, aunque es previsible un repunte mayor en los datos a cierre de año. De hecho, los convenios de nueva firma ya marcan un incremento del 3,96%, aunque solo afectan a un 13% de los trabajadores
En cualquier caso, tanto lo que indica la negociación colectiva como lo que estima el servicio de estudios superan la inflación. El IPC registró un incremento interanual del 1,5% en septiembre, aunque la previsión de los principales analistas es que el promedio anual se sitúe en el 3% o levemente por debajo. Así, BBVA habla de un repunte del 2,8%. Esto supone una ganancia de poder adquisitivo que oscila entre unas décimas o superar los dos puntos, según la referencia que escojamos.
La estimación de BBVA Research coincide prácticamente con el incremento de los sueldos recogidos en las ofertas de empleo que recopila Indeed: hasta finales de agosto llegaban al 4,6%, un nivel más elevado que el de las grandes economías de la zona euro (Alemania, Francia e Italia).
Aunque estas tendencias no parecen repercutir, por ahora, directamente en las nóminas. Al menos según los datos de CaixaBank, que elabora su propio indicador de los "ingresos salariales mensuales de personas físicas" a partir de los movimientos en la cuenta corriente "identificados específicamente como nómina". Una metodología que arroja un incremento del 3,1% de los salarios y del 3,22% de promedio en lo que va de año.
¿Por qué las cifras son tan diferentes? En primer lugar, porque no miden lo mismo, Aunque los convenios se consideren la referencia de la evolución salarial, en realidad solo lo son porque se actualizan con mayor frecuencia que las estadísticas que publica el INE, la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.
Pero no reflejan subidas de sueldos, sino incrementos pactados entre las empresas y sus trabajadores. Aunque se trata de la referencia utilizada por las empresas, como ya explicamos en elEconomista.es, nada impide subidas superiores en ciertos contextos.
Los datos de CaixaBank Research reflejan este impacto en las nóminas de los más jóvenes, precisamente los más afectados por esta variable. En septiembre sus sueldos registraban un incremento del 5,1%, dos puntos por encima del de la media y casi tres puntos más que los de los mayores de 50 años, que registraban un
Aunque BBVA Research apunta a otros factores muy diferentes. En este sentido, habla de "mercado laboral tenso" en España. Es decir, que hay un desajuste entre una oferta de mano de obra inferior a la demanda de las empresas, al menos en algunos sectores intensivos en mano de obra como el turismo y la construcción. La tasa de vacantes en España se sitúa en sus niveles más altos desde 2007 (siempre que descontemos la elevada distorsión que supone el sector público); no obstante, hay que recordar que este es un dato polémico que refleja más una tendencia que una cifra real de puestos por cubrir.
Según explica el servicio de estudios, un contexto de crecimiento económico "implica que los salarios sigan repuntando, en la medida en que se intensifique la competencia por cierto tipo de trabajadores". Una tendencia que la llegada de mano de obra inmigrante no logra corregir.
Pero hay otro factor, además de la falta de mano de obra, que para BBVA Research puede elevar los sueldos. Y es que "la remuneración tiene que compensar el incremento en los costes asociados con el acceso a la vivienda en algunas comunidades autónomas". Un diagnóstico que vincula directamente la evolución de los sueldos a una situación que para muchos jóvenes es insostenible.
¿Qué dicen las nóminas?
BBVA Research realiza sus estimaciones en función de las variables macroeconómicas y fuentes como los datos del INE, Hacienda o Seguridad Social. Esto explica que no coincidan con los datos de CaixaBank Research, que parte de los ingresos efectivos mes a mes. Estos se ven afectados por variables como la creación de empleo, su estabilidad o decisiones políticas como una subida del SMI.
Esto se aprecia al analizar los datos por franjas de edad: las nóminas de los menores de 30 años registraban a septiembre un repunte del 5,1%, dos puntos porcentuales más que la media general. Aunque esta brecha se mantiene desde el inicio de la serie histórica, en 2017.
La divergencia se puede explicar por la subida del SMI desde ese año, que afecta especialmente a trabajadores de menor edad. Pero un factor quizá más relevante sea que la creación de empleo ha sido más intensa en ese colectivo. Estas mayores subidas tienen un aspecto negativo: estos empleos son de menor duración y menos estables que los del resto de asalariados, incluso después de la reforma laboral.
En un contexto de 'tensión' del mercado laboral, esto facilita su disposición a cambiar de empleo por un sueldo mejor. Los mayores de 30 años, por el contrario, tiene más tendencia a mantenerse en el mismo puesto, lo que se traduce en una evolución de las nóminas más estable.
Esto repercute en la falta mano de obra, si bien este factor es más difícil de analizar a partir de las nóminas. El hecho es que las subidas se han moderado en 2024 respecto a 2023, cuando a la falta de mano de obra se le sumaba una inflación desbocada, la tendencia sigue superando los niveles previos a la pandemia.
En este aspecto resulta significativo que los trabajadores de sectores más afectados por la falta de mano de obra, turismo y construcción registren una subida menor que la media, del 2,7% y del 2,2% respectivamente, lo que alienta las dudas sobre la capacidad de los sectores 'tensionados' por la falta de mano de obra para competir en sueldos.