Economía

¿Negociar tu sueldo en una entrevista? Lo que cuenta es el convenio, no lo que ofrezca la competencia

Foto: Getty

El punto 'caliente' de cualquier proceso de selección es, sin duda, la negociación del sueldo. Sobre todo, en un contexto en el que muchas empresas hablan de dificultades para encontrar mano de obra, lo que parece reforzar el poder del candidato para pedir unas condiciones mejores que las que le ofrece la competencia. Pero en España ese 'tira y afloja' se ve limitado por un techo insuperable: los convenios colectivos, que son la principal guía salarial de los empleadores. Y cada vez más empresas se aferran a él, incluso cuando dictan subidas salariales por debajo de las que recogen las ofertas de empleo de la competencia. Una brecha que, en términos interanuales, supone reducir la ganancia salarial del 4,6% al 3%.

La cuestión adquiere un matiz especial porque las empresas de nuestro país tienen que empezar a adaptarse a una nueva legislación, impuesta por Bruselas, que obliga a mejorar la transparencia salarial, incluyendo la información que se incluye al publicar una vacante de empleo.

Esto ha despertado los temores de muchos empleadores y responsables de recursos humanos, que temen que el hecho de que los posibles trabajadores dispongan de esa información puede complicar mucho una entrevista de trabajo. Y, además, 'tensionar' la relación con la plantilla ya contratada, que puede ver como sus salarios quedan por debajo de lo que se ofrece a las nuevas incorporaciones. Y de lo que pueden obtener si se van a otra empresa.

Aunque en España siempre ha existido un 'truco' para ahorrase estos problemas: remitirse al convenio sectorial para no hacer explícita la franja salarial en la que puede moverse la oferta. Los acuerdos en negociación colectiva fijan ante todo topes mínimos (salarios base, horas extra y pluses); una empresa puede mejorar esos niveles en su propio convenio, así como a la hora de pactar contrataciones individuales. Pero esto último se discute en la entrevista a puerta cerrada.

Esta ha sido una fórmula habitual hasta que en los últimos años la situación ha empezado a cambiar. La competencia por captar mano de obra se ha disparado tras la pandemia, lo que sumado a la espiral inflacionista de 2022 y 2023 ha obligado a cada vez más empresas a poner todas las cartas sobre la mesa. Y esto ha tenido un inesperado efecto: los salarios que ofrecen para cubrir las vacantes en España están subiendo más que en cualquiera de las grandes economías del euro. No solo eso: también superan los incrementos que recogen los convenios colectivos.

Ofertas versus convenios colectivos

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, los convenios colectivos registrados hasta septiembre recogían una variación salarial media del 3,04%, un 3,87% para aquellos firmados este mismo año. El mes anterior, la media general era del 3,02% y del 3,96% para los de nueva firma. Aunque hay que tener en cuenta que los convenios son plurianuales, los convenios nuevos de 2024 son minoría y solo afectan al 13% de trabajadores.

Los incrementos medios sí quedan en línea con el incremento del 3% de incremento recomendado para 2024 por el V Acuerdo de Negociación Colectiva firmado por patronales y sindicatos en mayor del pasado año. Pero las vacantes de empleo rompen claramente con esta tendencia.

Con datos a 24 de agosto, el indicador de ofertas salariales elaborado por Indeed (el Indeed Wage Tracker), arroja un incremento del 4,6%, 1,2 puntos porcentuales más que los convenios registrados hasta agosto). Las ofertas, eso sí, son mucho más volátiles que los convenios, y a principio de año experimentaron un fuerte descenso que las llevó a estar por debajo de los convenios firmados hasta esos momentos.

Pero desde mayo han registrado un fuerte repunte que se puede vincular a la demanda veraniega de mano de obra, si no fuera porque se han mantenido en julio y agosto, meses en los que cae la contratación estacional. Además, como ya contamos en elEconomista.es ha seguido una tendencia opuesta a la de países con gran peso turístico, como Francia e Italia.

Los próximos meses determinarán la persistencia de este fenómeno y si los salarios que recogen las ofertas salariales vuelven a situarse por debajo de los incrementos reflejados en los convenios, como ocurría en el arranque de 2022.

¿En qué se fijan las empresas?

Mientras se analizan las causas yel alcance de este repunte, lo que preocupa a las personas que buscan un trabajo es cómo se trasladará a sus futuros salarios. ¿Es extrapolable lo que dicen las ofertas de empleo a lo que están dispuestas a aceptar la mayoría de las empresas? Aquí, seguramente, muchos candidatos recibirán un jarro de agua fría.

Y es que, según los datos de la Encuesta Anual Laboral de 2023, elaborada con datos de 2022, el primer factor que las empresas tiene en cuenta a la hora de decidir el sueldo de un nuevo trabajador. El 81,6% lo consideran el factor más relevante. En concreto, para el 32,95 es "bastante" importante y para el 53,7% lo es "mucho". Le sigue el salario de "trabajadores similares en la misma empresa", citado por el 81% de las empresas (aunque solo el 31,1% lo considera muy importante).

Esto apunta a que muchos empleadores prefieren moverse en el marco del convenio antes incluso que garantizar la homogeneidad de los salarios en la plantilla. Una estrategia más rígida, pero también más cómoda incluso en términos legales: un trabajador lo tendría más complicado para denunciar discriminación salarial por cobrar menos que un recién llegado siempre que la diferencia quede dentro de la franja que permite el convenio.

Si embargo, no se puede decir que las dificultades de mano de obra no pesen en las decisiones. En 2022 este debate entró en la agenda incluso política con las advertencias de sectores que iban de la hostelería al tecnológico. El 54,1% de los empleadores decide los salarios de los nuevos trabajadores teniendo en cuenta la "disponibildiad" de profesionales para el puesto, frente al 43,9% de 2019. Eso sí, solo un 12,8% lo consideran unos de los factores que más tienen en cuenta.

El último condicionante es lo que pagan en otras empresas, que preocupa al 47,6% de los empresarios, aunque solo un 11% lo tienen como algo muy relevante. Es decir, aunque casi la mitad de las empresas se fija en lo que paga la competencia, quedan muy lejos de las que esgrimen el convenio. Eso sí, en 2019 apenas llegaban al 33,9%.

A la espera de conocer los datos de la Encuesta de 2024 (con datos de 2023), que se publicarán a finales de año, nada apunta a que la situación haya cambiado sustancialmente hasta el punto de que los convenios hayan dejado de ser el principal factor a la hora de cerrar el salario de un nuevo trabajador. Lo que se traduce en que, para muchos candidatos, el supuesto 'poder' que le da esgrimir las ofertas salariales de la competencia va a seguir siendo un espejismo.

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