
Tesla ha interpuesto una demanda contra el estado sueco, a través de la Agencia de Transporte de Suecia, en respuesta a las acciones de sindicatos locales que están interfiriendo con sus operaciones comerciales en el país escandinavo. ¿El motivo? Una huelga que empezó con apenas 180 mecánicos pero que se ha extendido por varias industrias hasta el punto de que Elon Musk la ha calificado como "una locura".
La empresa presentó la demanda el lunes, alegando que los carteros suecos se están negando a entregar nuevas matrículas, lo que impide que Tesla venda coches nuevos en Suecia. Pero, ¿qué ha pasado hasta llegar hasta aquí?
Una 'huelga solidaria' contra Tesla
Todo comenzó cuando 180 mecánicos de Tesla decidieron no firmar un acuerdo interno con la automovilística, amparándose en la postura de IF Metall, un sindicato sueco con más de 30.000 afiliados, al considerar que restringía sus derechos.
Los mecánicos decidieron iniciar una huelga… que no habría supuesto un problema mayor salvo por que aquello arrancó una huelga solidaria.
El concepto de huelga solidaria es un modo de respuesta laboral asentado en Escandinavia que hace que trabajadores de otros sectores se sumen a la huelga para defender los derechos de otros. Eso es lo que hicieron otros proveedores de Tesla y, al final, también los carteros y transportistas que debían entregar las matrículas.
La crisis se agravó cuando los trabajadores de una fábrica sueca que provee piezas a Tesla se sumaron al bloqueo, afectando la producción desde el 24 de noviembre. Hydro, la empresa noruega propietaria de la fábrica, no ha comentado si esto ha impactado los envíos a la planta de Tesla en Berlín.
Los sindicatos en Suecia consideran su enfrentamiento con Tesla como una cuestión de supervivencia para el sistema laboral del país, que no se basa en leyes sobre derechos de los trabajadores, como el salario mínimo, sino en acuerdos colectivos que cubren a aproximadamente el 90% de los trabajadores.
Estos acuerdos regulan aspectos como los salarios y las horas de trabajo. La negativa de Tesla a firmar un acuerdo colectivo ha provocado la indignación de los líderes sindicales, que temen que pueda sentar un precedente peligroso.
"Estamos jugándonos el sistema completo", afirma Tommy Wreeth, presidente del Sindicato de Trabajadores del Transporte de Suecia, en declaraciones a medios locales. El sindicato que representa a los trabajadores postales, ha declarado que no entregarán correspondencia ni paquetes a Tesla hasta que la compañía firme un acuerdo colectivo. Tesla también ha demandado a PostNord, el servicio postal nórdico, para que libere sus paquetes.
Equipos de limpieza también se han sumado a la huelga
A esta huelga solidaria se han sumado también limpiadores de los concesionarios de Tesla y electricistas a reparar sus puntos de carga.
Elon Musk, CEO de Tesla, calificó la situación de "loca" en un comentario reciente, pero la demanda indica que el conflicto está afectando las operaciones de Tesla en Suecia, su quinto mayor mercado en Europa.