La edad media de los ocupados en España sube en todas las ramas de actividad, según constata la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en su último informe: El reto de la vacantes en España, en el que alerta de que siete de cada diez pymes necesita personal y, por consiguiente, del desajuste entre la oferta y la demanda en el mercado laboral español.
Una de las causas del citado desajuste, explica la confederación, es el factor demográfico "debido al envejecimiento de la población, la despoblación en determinados territorios, la falta de cualificación en áreas de actividad concretas (especialmente relacionadas con las nuevas tecnologías), y, estrechamente relacionado con ello, el desarrollo de la formación en todos los niveles educativos y su falta de conexión con las necesidades del sector productivo".
Cepyme subraya que el envejecimiento de la población es una evidencia que afecta a todos los países de nuestro entorno; quizá más preocupante en nuestro país, que posee una de las tasas de natalidad más bajas de la Unión Europea.
"Esta situación se refleja en un menor número de jóvenes en disposición de trabajar y cubrir los puestos que quedan vacantes, pero también en una menor disponibilidad de una oferta laboral cualificada para puestos más relacionados con las nuevas tecnologías y profesiones nuevas", apuntan en la patronal de la pequeña y mediana empresa.
La patronal recuerda que la edad media de la población española aumenta y eso también tiene su reflejo en la edad promedio de los ocupados, que entre 2008 y 2023 aumentó poco más de cuatro años para llegar ahora a 43,7 años.
Los datos del estudio muestran un incremento de la edad media generalizada en todas las ramas de actividad, ocupaciones y situación profesional. En 2008,el área profesional cuyos ocupados tenían más edad era la agricultura y ganadería, con 43 años. Ahora, en doce de las 20 actividades profesionales, la edad media de los trabajadores supera los 44 años, con cinco de ellas superando los 46.
Cepyme considera que, hasta cierto punto, el aumento de la edad media de los ocupados no es per se un problema, pues conlleva un aumento de la experiencia. "Sin embargo, cuando es muy marcado, deriva en varios problemas desde el punto de vista de las ocupación de la vacantes", dice.

Por ejemplo, se señala que en oficios que exigen esfuerzo físico o manual, una mayor edad, además de poder mermar el rendimiento, puede derivar en un rechazo a ese tipo de tareas por parte de los trabajadores más veteranos. Asimismo, el informe indica que la mayor edad suele ir aparejada de expectativas salariales más altas, si bien en la actualidad el nivel de los salarios no es enunciado por las empresas como un problema relevante a la hora de ocupar vacantes.
Igualmente, refiere el estudio, una mayor veteranía puede derivar en la preferencia por empleos con ciertas características, por ejemplo, que no exijan viajes u horarios nocturnos o por turnos. Finalmente, se advierte de que cuando escasea la mano de obra, el conocimiento acumulado por los trabajadores de más edad en determinados puestos puede no ser transmitido, perdiéndose en perjuicio de todos.
Inmigrantes más mayores
Tras apuntar que una forma rápida de moderar el incremento de la edad media de la fuerza de trabajo pasa por dar entrada a trabajadores jóvenes procedentes del extranjero, en Cepyme subrayan que "sin embargo, no es el caso de España, en donde la edad media de los ocupados extranjeros ha crecido proporcionalmente más que la de los españoles". De hecho, entre 2008 y 2023 la edad promedio de los ocupados de nacionalidad española aumentó poco más de cuatro años, mientras que la de los ocupados inmigrantes lo hizo en más de cinco años.
En consecuencia, añade el informe, "mientras que en 2008 los ocupados de nacionalidad española eran el único grupo que superaba los 40 años de edad, ahora los trabajadores procedentes de países europeos no comunitarios tienen una edad media que rebasa a la de sus colegas españoles".
Esto cambios sociales, refiere Cepyme, obedecen a que en los últimos 20 años la población total ha crecido un 13,4%, y, sin embargo, en el mismo periodo la población de 16 a 24 años ha descendido un 10% (ahora hay 490.000 jóvenes menos que entonces).
"España tiene menos población joven y eso conlleva una serie de transformaciones en el mercado laboral que afectan al problema de las vacantes. Además, la proporción de jóvenes que quiere trabajar ha caído 11,5 puntos porcentuales, del 48,4% al 36,9%", concluye la confederación.