
La denominada 'renuncia silenciosa' es una de las tendencias de las que se ha hablado en los últimos meses. Como tal, se describe una situación en la que un empleado cada vez se implica menos en el trabajo hasta el punto de no importarle ser despedido porque no está a gusto. Pero también tiene su vía inversa: 'despido silencioso'.
¿Qué es el "despido silencioso"?
El despido silencioso describe el acto de 'ir echando' a un empleado de su empleo, en lugar de despedirlo directamente. Consiste esencialmente en ser obligado a dimitir, pero no con situaciones que rozan lo denunciable, sino simplemente eludiendo premiar su carrera con, por ejemplo, un aumento de sueldo que alguien ha podido ganarse durante mucho tiempo.
"El despido silencioso puede adoptar muchas formas, desde proporcionar a los trabajadores los recursos mínimos hasta, como comentábamos, no premiar su trabajo", explican en Harvard Business Review.
No tiene por qué ser intencionado por parte de la empresa o el empleador, pero todo ello acaba provocando que el trabajador se sienta lo suficientemente desatendido como para marcharse.
Algunas señales que pueden advertirnos
Como mencionamos anteriormente, el despido silencioso no siempre es obvio ni fácil de identificar. Pero los profesores de Harvard Ayalla Ruvio y Forrest Morgeson, ponen algunos ejemplos, como que siempre se eluda discutir una subida de sueldo o siempre acabes realizando labores para las que crees que estás sobrecualificado.
Cuando estás en un entorno de trabajo que parece que esto ocurre, es difícil mantener la motivación. El despido silencioso puede dar lugar, de forma natural, a lo que se denomina "renuncia silenciosa" y que ya hemos citado, convirtiéndose en un círculo nada virtuoso.
Si sientes que te están despidiendo en silencio, empieza a llevar un registro para documentar lo que está pasando. Puedes utilizarlo para expresar tus preocupaciones al departamento de recursos humanos, o para poder exponer ante tus superiores la situación claramente.