Las noticias falsas teledirigidas a través de Facebook, Twitter y Whatsapp desempeñarán un papel decisivo en el resultado electoral por primera vez en España. El punto de mira se situará en la población indecisa residente en las 18 provincias con tres diputados y se concentrará en aquellos ciudadanos que se hayan mostrado tibios en las redes sociales sobre sus colores políticos. Precisamente, en esas circunscripciones en las que aritméticamente será imposible el bipartidismo, los estrategas políticos con menos escrúpulos harán acopio de recursos tecnológicos para reforzar sus mensajes e inclinar la balanza de los votos a su favor.
La analítica de datos se pondrá al servicio de una fontanería electoral que amenaza con convertir la cita del próximo 28 de abril en las elecciones más vulnerables de la historia de la democracia. El objetivo consiste en conocer qué es lo que realmente inquieta a cada elector indeciso, para cocinarle una noticia falsa a la medida.
"Los candidatos hacen sus cálculos y saben que se juegan entre 15 y 20 escaños en provincias poco pobladas, en las que redoblarán esfuerzos. En esas poblaciones se jugarán el diputado por un puñado de votos, que hay que pelear", explica Ángel Sopeña, socio de Bluecell, quien ha asesorado a partidos políticos y diseñado sus webs. Sopeña es uno de los expertos en diferentes tecnologías que ha acudido a un debate en la sede de elEconomista para conocer mejor cómo afectarán estas nuevas herramientas a los próximos comicios. Con ellos intentamos dar respuesta a algunas de estas preguntas: ¿Cómo combatir las fake news? ¿Puede la inteligencia artificial adivinar lo que finalmente votará un indeciso? ¿Siguen teniendo sentido los sondeos electorales? ¿Y los mítines? ¿Cuándo llegará el voto electrónico?
"Sin duda alguna, lo que va a marcar estas próximas citas con las urnas van a ser las fake news, que es el populismo en la red. En España va a ser la primera vez donde nos afecte de lleno. Ya lo hemos vivido en Estados Unidos con Trump, también en Reino Unido con el Brexit. Ahora nos toca votar en pleno auge de las noticias falsas. Lo peor es que en este momento se ha desarrollado la mala intención suficiente para tener esa capacidad de influir, pero la tecnología que permitiría combatirlas no las puede frenar". Habla Carlos Álvarez, director de IoT-Smart Building de Getronics. Sin embargo, a ese tipo de herramientas escaparían los bulos que no son textos sino imágenes. "Un periódico nunca publicaría una foto falsa. Pero se está viendo que los ciudadanos tienden a informarse más a través de las redes sociales y de aquellos contenidos que comparten sus amigos y conocidos, con los que ya tiene una afinidad", explica José Ruiz Cristina, director de desarrollo de negocio de Paradigma Digital.
"En un proceso electoral como éste, en el que en dos o tres días se va a inclinar el voto hacia un lado o hacia otro, no hay capacidad o medio humano para controlar todos los bulos. Contrastar la información es un tema cultural. Hasta que la tecnología no sea capaz de detectar una noticia falsa en su origen, habrá que estar alerta", afirma Jaime Fernández, responsable de infraestructuras de acens. Y añade: "Lo cierto es que cuando alguien recibe algo que le gusta oír, no se preocupa de contrastarlo".
Francisco Puga, channel account manager en Panda Security, duda de que las medidas de la Unión Europea sobre protección de datos estén siendo efectivas: "Desde 2015 ya se concienciaron de este problema y están bastante preocupados por el lanzamiento de bulos desde Rusia, con la intención de desestabilizar la UE. Las redes sociales han firmado un acuerdo para perseguir esto y tienen que informar mensualmente de las cuentas que cierran por mover fake news". La última modificación de la ley orgánica de reglamento electoral autorizaba a los partidos la contratación de propaganda electoral en redes sociales. Esto podría abrir la puerta a la personalización de los contenidos, a que cada partido pudiera enviar mensajes ad hoc a Facebook, según nuestro perfil, inquietudes, preocupaciones... A los pocos días, la Agencia de Protección de Datos emitía una circular restringiendo esa apertura a las redes sociales. Limitaba así a los partidos políticos el uso de los datos de los ciudadanos: les exige avisar con 15 días de antelación de lo que van a hacer con esa información para la campaña electoral, les impiden aplicar herramientas de segmentación y analítica, ni inteligencia artificial y pide su eliminación posterior.
El director de desarrollo de negocio de Paradigma Digital asegura que "cualquier regulación de limitación del big data o la IA tiene los días contados". Ruiz Cristina está a favor de los mensajes personalizados. "Que un gobierno o administración me conozca y sepa de mis problemas no lo veo mal. Esto requiere también de una protección de la privacidad. Nadie se plantea no ir al médico porque nos va a conocer y nos va a tocar, que es lo más invasivo que hay, porque queremos que nos ayude".