Elecciones Generales

Rivera deja en el aire qué pasaría con su liderazgo ante una debacle de Ciudadanos el 10-N

  • Seguir liderando el partido "a cualquier precio" es de "cobardes, de mediocres"
  • El líder y candidato de Cs a las generales dice no tener apego al sillón
  • Elogia a Arrimadas pero sin entrar a valorarla como posible sustituta
Inés Arrimadas y Albert Rivera. Foto: Efe

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha asegurado no pensar en su futuro como líder del partido en el caso de que se confirme la debacle en las urnas que barruntan las encuestas pero ha alimentado las especulaciones sobre un posible paso al lado si se cumplen los pronósticos al recordar que tiene una profesión y ningún apego a su sillón. Especial Elecciones Generales 10-N.

"Nunca he tenido apego a mi sillón", ha afirmado este martes el líder de la formación naranja en una entrevista en Telemadrid para quien seguir liderando el partido "a cualquier precio" es de "cobardes, de mediocres".

"Yo vengo de la sociedad civil. Tengo profesión, tengo trabajo y tendré trabajo fuera de la política y tendré mi profesión", ha dicho antes de pasar a alabar a su portavoz en el Congreso.

¿Arrimadas como relevo?

En esa referencia a Arrimadas, Rivera ha destacado que "lo inteligente es rodearse de gente buena y válida" como ella, aunque sin entrar a valorar qué le parecería como relevo al frente del partido: "Hay muchos partidos que les gustaría que su número dos o su tándem o su vicepresidenta fuera Arrimadas. Tengo la suerte de que está conmigo, que somos buenos compañeros. Es un incentivo para que Ciudadanos también gobierne, no sólo verme a mi en un Gobierno sino ver a Inés Arrimadas".

Al margen de esta posibilidad, Rivera ha indicado que ahora solo piensa en la campaña, a la que acude con ganas y en la que recordará los logros del partido hasta ahora para intentar amortiguar el golpe que prevén los sondeos. "He nacido en Cataluña frente al nacionalismo cuando nadie nos daba un escaño y entramos en el Parlament. Luego saltamos a nivel nacional y nos dijeron que no hay hueco para un partido de centro y luego nos dijeron que no podíamos ser un partido de Gobierno, que era un partido bisagra pequeñín, y hoy gobernamos la Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla y León, Murcia y 400 ciudades de España", ha relatado.

"No había veto a Sánchez"

Rivera se enfrenta a una campaña en la que tendrá que argumentar los giros de guión que ha dado en los últimos días con respecto a los argumentos mantenidos en los últimos meses.

Es el cambio de posición con respecto a Pedro Sánchez, a quien el pasado fin de semana levantó el veto que anunció antes de las pasadas generales, el 'volantazo' más inesperado al que el líder naranja se ha visto abocado ante unas elecciones que quizá no terminó de creerse hasta que se confirmaron. En este sentido ha defendido que "no hay un cambio de estrategia" porque no había "ningún veto" al líder del PSOE.

Dicho esto, Rivera mantiene las distancias: "No voy a convertirme al sanchismo porque no creo que Sánchez sea un buen presidente. Pero urge poner en marcha el país, por mucho que no nos guste otro partido", por eso descarta compartir Gobierno con el socialista, que 'solo' le pide que no bloquee.

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