Los Presupuestos Generales de 2018 superarán hoy la votación de sus enmiendas a la totalidad. Además, el camino para su aprobación definitiva parece allanado ante el pacto que PNV y PP han alcanzado sobre las pensiones. El acuerdo consiste en garantizar una subida de todas las pensiones vinculada al IPC.
La medida puede parecer una involución temeraria, dado su coste (3.200 millones hasta 2020) y el histórico déficit que arrastra la Seguridad Social. Sin embargo, debe considerarse que se trata de un avance limitado a dos años, el presente y 2019, y no anula las reformas de 2011 y 2013. Nada sería más equivocado que volver a ligar las pensiones a la inflación, y convertir en permanentes unas alzas que, dada la precariedad de la Seguridad Social, deben ser reversibles.