En tres años, Repsol redujo su deuda más del 50%, hasta dejarla en 6.267 millones. Tal esfuerzo fue recompensado por la agencia S&P, que a finales de 2017 elevó la nota de la petrolera. El nuevo rating y el hecho de que Repsol presente sus mejores resultados desde 2011 permiten a la firma afrontar un acertado cambio en su política de retribución al accionista.
Así, la empresa sorprendió al mercado al anunciar un alza del dividendo del 12,5%, hasta los 0,9 euros por acción, el tercero más alto del Ibex 35. Pero igualmente importante es que opte por la recompra de acciones para evitar completamente la dilución que provocaron los pagos en acciones (scrip). Sin duda, el nuevo dividendo, real y abultado, de Repsol eleva su atractivo en bolsa.
