
El tipo de cambio del euro frente al dólar estuvo ayer a punto de prolongar su caída hasta romper el soporte clave de los 1,18 billetes verdes. No es casual que el amago coincida con la victoria agridulce de Angela Merkel, y con los mensajes de la Reserva Federal de estar dispuesta a subir los tipos de interés de nuevo en 2017.
La dudas sobre la inflación en EEUU hizo que la propia presidenta de la Fed, Janet Yellen, parara en seco la depreciación del euro. Es posible que la moneda única vuelva a depreciarse en los próximos días e incluso prolongue la caída hasta los 1,15 dólares, lo que supondría un alivio para las exportaciones en la UE. Ahora bien, todo indica que se tratará de descensos puntuales, mientras la tendencia del euro continúa siendo alcista.