Los 1.000 repartidores de Deliveroo llevan varios días en pie de guerra. Denuncian encontrarse bajo el régimen de los autónomos cuando consideran que deberían ser trabajadores asalariados. El último episodio de esta batalla es la decisión de los repartidores de llevar a Trabajo pruebas de una relación laboral que, al menos, se debe calificar de irregular.
Deliveroo limita el tiempo del trabajo, la manera en la que se desempeña y exige exclusividad, con lo que presuntamente viola el régimen de los autónomos. Trabajo, por tanto, debe vigilar y pronunciarse sobre estas prácticas laborales, que no son raras en el sector. Nadie discute que la economía online genera empleo. Pero se debe garantizar que el trabajo ofrecido cumpla con la ley vigente.
