
CEOE ya trabaja con la expectativa de que acordará con los sindicatos una subida de los salarios entre el 1,1% y el 1,2% el año que viene. Se trata de un avance moderado, que se sitúa en línea con las expectativas del Gobierno y con lo que cabe esperar de un IPC que se está recuperando lentamente. No en vano, la subida del petróleo permitió que, el mes pasado, volviera por fin a valores positivos en su tasa interanual y es previsible que el crudo lo mantenga por encima de cero en los próximos meses.
Ahora bien, ese nuevo escenario no debe servir de coartada para justificar alzas salariales excesivas, que echen por tierra las ganancias de competitividad logradas en lo peor de la crisis y que tanto han contribuido a corregir el desequilibrio comercial español.