Una nueva norma dictada por el Gobierno a petición de Bruselas permite a los hipotecados amortizar deuda sin pagar comisiones a partir del sexto año. La banca introducía estas clausulas en la letra pequeña de algunos créditos hipotecarios y en la mayoría de las hipotecas a tipo fijo, actualmente al alza.
El cambio beneficia a los usuarios y perjudica a la banca, que aprovechaba las comisiones para mejorar sus balances en un periodo de tipos de interés al cero por ciento. A pesar del lógico prejuicio, esta medida, al igual que la eliminación de las cláusulas suelo, están bien orientadas de cara a responder a las exigencias de Bruselas, que pugnan por lograr un sector financiero más transparente. En él, la letra pequeña deja de tener cabida.