Bolsa, mercados y cotizaciones

La 'memoria de pez' de los mercados y las buenas noticias por venir

  • Trump está utilizando la amenaza de aranceles para negociar aspectos dispares de forma bilateral con cada país
  • Los aranceles resultantes serán superiores a los existentes a principios de año.
  • Qué hacer hoy si invierte con Ecotrader
Trump y la economía

Es increíble con qué velocidad se olvidan los mensajes y análisis catastrofistas de hace apenas seis semanas tras el anuncio de los aranceles recíprocos el Día de la Liberación. Inicialmente los mercados reaccionaron de forma muy negativa, con fuertes caídas en las bolsas, subidas de los tipos de interés de los bonos y una fuerte depreciación del dólar. Los análisis y titulares preveían que lo peor estaba aún por llegar.

Ahora, tanto los principales índices de las bolsas europeas como de las estadounidenses están claramente por encima de los niveles previos al anuncio de los aranceles del 2 de abril.

Aunque la tregua de 90 días en la aplicación de los aranceles recíprocos a todo el mundo, excepto a China, marcó un suelo en los mercados financieros, el anuncio de un acuerdo temporal entre Estados Unidos y China, reduciendo los aranceles al 10% en el caso de China y al 30% en el caso de Estados Unidos, ha sido el revulsivo para las bolsas.

A pesar de que nadie pueda tener la certeza de que Estados Unidos finalmente llegará a un acuerdo con la UE, Reino Unido, Japón o China, todo hace indicar que nuestro análisis justo después del anuncio de los aranceles recíprocos estaba en el camino correcto (¿Alguien cree que estos serán los aranceles definitivos?). Aunque con formas y maneras deplorables, Trump está utilizando la amenaza de aranceles para negociar aspectos muy dispares de forma bilateral con cada país, además de para incrementar los ingresos fiscales.

Los índices de confianza empresarial y del consumidor alcanzaron en abril niveles mínimos desde 2008, pero los datos de la economía real difieren de dicha percepción. Así, la inflación de abril en Estados Unidos, que ya incorpora la aplicación de aranceles, no solo no aumentó, sino que se sitúa en el mínimo nivel desde marzo de 2021, en el 2,3%. El anunciado efecto inflacionista de los aranceles de momento no aparece reflejado en el IPC.

El bajo precio de la energía, con el petróleo en torno a los 64 dólares el barril, es una pieza fundamental en el plan económico de la administración Trump. Como mencionó Bessent, el secretario del Tesoro, el objetivo es que Estados Unidos tenga el menor coste de la energía entre los países industrializados. Al menor precio del petróleo actual hay que añadirle el proceso de desregulación del sector energético, no solo el petrolífero, que va encaminado a este objetivo de un bajo precio de la energía. Un eventual acuerdo con Irán, actualmente con negociaciones en curso, añadiría más petróleo al mercado y ayudaría a mantener bajo el precio de la energía.

En el mes de abril, el Tesoro norteamericano ha logrado su segundo mayor superávit de la historia, 254.000 millones de dólares, debido en parte al aumento de los ingresos por los aranceles (de 8.200 millones en marzo a 15.600 millones de dólares en abril) y a los ahorros proporcionados por DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental). Aun así, el problema del crecimiento de las principales partidas de gasto (Seguridad Social, Defensa e Intereses de la deuda) sigue siendo muy problemático a futuro.

La rebaja de aranceles durante 90 días entre EEUU y China va a provocar una fuerte actividad comercial por parte de los exportadores chinos y de los importadores estadounidenses, con acumulación de inventarios en previsión de un resultado incierto de las negociaciones comerciales. Como ocurrió en el primer trimestre, la acumulación de inventarios drenará puntualmente décimas al crecimiento del PIB.

Acuerdos como el logrado esta semana por Trump con Arabia Saudita, con compromisos de compra de material militar por 142.000 millones de dólares y de inversiones del reino saudí en EEUU por 600.000 millones de dólares son magníficas noticias que se irán materializando poco a poco a lo largo del tiempo.

Hasta la fecha, desde la amenaza arancelaria de Trump, distintas multinacionales, estadounidenses y extranjeras, han anunciado fuertes inversiones en los próximos años en Estados Unidos. Entre otras:

  • Las farmacéuticas Novartis, Roche y AbbVie han anunciado inversiones por valor de 83.000 millones de dólares;
  • la americana Eli Lilly invertirá 27.000 millones de dólares en cuatro nuevas plantas;
  • la coreana Hyundai invertirá 21.000 millones de dólares hasta 2028, ampliando su producción en Estados Unidos y creando 14.000 nuevos empleos;
  • Stellantis invertirá 5.000 millones de dólares;
  • Apple ha anunciado inversiones por 500.000 millones de dólares en los próximos cuatro años;
  • NVIDIA invertirá 500.000 millones de dólares en cuatro años;
  • TSMC invertirá 100.000 millones de dólares en planta en EEUU.

Estas son solo algunas de las inversiones que están por llegar. Estas inversiones ayudarán al crecimiento de los próximos años y crearán miles de puestos de trabajo.

En algún momento, el foco del mercado se centrará en las anunciadas rebajas de impuestos y en las medidas de desregulación de distintos sectores.

El resultado final de las negociaciones de Estados Unidos con los distintos países no se conoce. En cualquier caso, los aranceles resultantes serán superiores a los existentes a principios de año. Sigue existiendo incertidumbre, pero menos de la que había hace apenas un mes. La creciente deuda pública y el tipo de interés de los bonos del Tesoro de EEUU siguen siendo una preocupación, pero las conclusiones de los informes tan agoreros de hace apenas un mes se antojan exageradas, al menos de momento así parece.

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