
La brecha salarial continúa siendo una asignatura pendiente de las empresas del Ibex 35, es decir, las compañías cotizadas más importantes de nuestro país. Según desvelan en sus informes anuales, la práctica totalidad de estas firmas sostiene que las mujeres que integran su plantilla cobran menos que los hombres. Eso sí, sus objetivos pasan por dar pasos para equilibrar los salarios y evitar una desigualdad retributiva en los próximos ejercicios.
A pesar de esta buena voluntad de las empresas del índice bursátil, resulta complicado saber cual es la parte que cada una de ellas aporta a la brecha salarial, que en España se sitúa en un 14,2% según señalan diversos estudios especializados, como el publicado por Forética. Si que resulta más fácil comprobar que el conocido techo de cristal, hace que tan sólo un 22,8% de los miembros de Consejos de Administración de empresas del IBEX sean mujeres.
Lo llamativo, del caso, es que las empresas han tenido que aportar información en sus memorias de gestión y resultados de este año, pero los datos publicados no son homogéneos, un hecho que también deberá ser ajustado y afinado en próximas ediciones.
Transparencia
Intermon Oxfan critica en un reciente informe los "escasos datos aportados por las empresas" y de ellos solo puede concluir que "hay un 40% de mujeres en plantilla, pero solo un 20% en puestos directivos".
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) obliga, de acuerdo a una legislación aprobada por el Gobierno a finales de 2018, a que las compañías cotizadas pongan negro sobre blanco el estado de situación en el que se encuentra la equidad de género.
No todas tienen que cumplir con dicha obligación, ya que por ejemplo ni Merlin ni Colonial ofrecen esta información debido a que el volumen de sus trabajadores es inferior a las exigencias. Otras firmas, como la pública Aena, tampoco ha incorporado detalle alguno sobre las diferencias de remuneración entre sus empleados.
Las diferencias de datos radican en la fórmula elegida para ser transparente en esta materia, ya que en algunos casos se publica de manera gruesa el sueldo de las mujeres frente a los hombres; en otros, además, se hace una distintos por países o por niveles de responsabilidad; y en otros, se incluye también o sólo el ratio de brecha salarial, es decir, una vez neteado el gap en función de los cargos, la antigüedad y otra serie de variables que se deben tener en cuenta al calcularla.
Debido a estas diferencias es prácticamente imposible llevar a cabo un análisis homogéneo de la desigualdad retributiva en las grandes compañías. Lo único que se puede deducir de los datos es que estas empresas pagan más a los hombres que a las mujeres y que llega incluso rozar un 30% de media la remuneración de los varones frente a las féminas.
Equidad de género
Tan sólo menos de un puñado de las 35 firmas que conforman el principal indicador de la bolsa española han alcanzado niveles de equidad de género. Una de ellas es Iberdrola, que abona un 2,7% más a ellas que a ellos.
En su informe anual destaca que "el sueldo medio de los hombres y las mujeres es muy similar", por lo que a nivel grupo "no hay brecha salarial". Pero sostiene que la causa de esta igualdad se debe a la menor presencia de féminas en sus plantilla en determinados grupos de edad, "situación común en el sector de la energía", y en los escalafones de la dirección y de los puestos técnicos. Por ello, esta trabajando para que exista un desarrollo profesional equitativo a través de la implementación de planes de formación específicos para las mujeres, entre otras medidas.
En el resto de firmas la brecha o la horquilla salarial bruta asciende al menos a un 5%. En Telefónica, Acciona, REE y Meliá, por ejemplo, se da la menor variación por género, mientras que en Endesa, una de las más elevadas, de casi el 30%. En su caso, eso sí, la diferencia no está neteada por mismos cargos, edad o antigüedad.
Así, Acciona explica en su memoria que ha desarrollado una metodología de análisis salarial basada en las mejores prácticas internacionales, validada por un experto independiente, cuyo trabajo le permite granular la posible existencia de una gap retributivo por país, negocio y nivel organizativo. En 2018, señala que esta brecha era a escala global del 5,3%.
Algo más elevado es la del Santander, que es del 7% en términos comparativos reales, a pesar de que la remuneración media de sus trabajadores hombres es un 27,6% mayor a la de sus empleadas.
A partir de ahora, cerca de 2.000 empresas españolas se verán también obligadas a elaborar cada ejercicio su estado de información no financiera (EINF) y presentarlo en el Registro Mercantil junto con las cuentas anuales de la sociedad. Un esfuerzo que si no es homogéneo, de poco servirá.