
La propuesta de la primera ministra británica, Theresa May, de aplazar el Brexit unos meses si el Parlamento insiste en rechazar el acuerdo de salida que alcanzó con la UE se ha cobrado su primera dimisión. El secretario de Estado de Agricultura, George Eustice, número dos del ministerio, anunció su marcha convencido de que los planes de May llevarán al país a la "humillación final" frente a Bruselas.
El diputado promete votar a favor del acuerdo de salida, e insiste en que está dispuesto a alcanzar "un compromiso para conseguir la reconciliación en el país" entre partidarios de salir y permanecer, lo que podría incluir pasar al "modelo noruego" durante un tiempo. Pero, advierte, la estrategia actual de la primera ministra "llevará a la UE a dictar los términos de una extensión" del plazo de salida, culminando en una "humillación".
"Necestitamos el coraje de recuperar nuestra libertad primero y volver a hablar con la UE después", asegura Eustice. Así, promete que pasará a apoyar una salida sin acuerdo si el de May es rechazado de nuevo.
El dimisionario llegó a la política de mano del UKIP, el partido liderado por Nigel Farage que abogaba por celebrar un referéndum de salida, por el que se presentó como candidato en 1999. Tras pasarse al Partido Conservador, se convirtió en secretario de prensa de David Cameron y fue elegido diputado en su victoria de 2010.
¿Habrá prórroga?
El martes, May anunció que aceptará retrasar la salida de la UE si, tras dos votaciones los próximos días 12 y 13 de marzo, el Parlamento rechaza su acuerdo de salida y un Brexit sin acuerdo. Este miércoles, en la votación sobre la propuesta, que fue apoyada por toda la oposición, unos 100 diputados 'tories' rompieron filas y se abstuvieron o votaron en contra de su primera ministra.
Culaquier extensión del plazo de salida requeriría del apoyo unánime de los Veinitisiete. El presidente francés, Emmanuel Macron, ya ha advertido de que lo vetará si May no expone "un plan" para hacer algo diferente a lo que ya ha venido haciendo el Reino Unido estos meses. Los laboristas, por su parte, ya han prometido que propondrán celebrar un segundo referéndum.