Economía

La Comisión Europea llama la atención a España por su elevada deuda, la temporalidad en el empleo y la desigualdad

  • España presenta la tasa de temporalidad más alta de toda Europa
  • Los contratos temporales son de menor duración que en el resto de Europa
  • Ligar las pensiones al IPC supondrá un aumento del gasto significativo

La Comisión Europea (CE) advirtió hoy a España de que su economía sigue siendo vulnerable por la elevada deuda pública (98,3% del PIB) y privada (140% del PIB) en un contexto de desempleo elevado (14,5%), una tasa de temporalidad (26,9%) en los contratos laborales muy alta y un déficit público estructural que sigue siendo excesivo. Bruselas también ha dado un toque de atención por la reversión de algunas de las medidas que pretendían hacer sostenible el sistema público de pensiones.

"Pese a que el crecimiento económico sigue siendo robusto, los grandes niveles de deuda externa e interna, tanto pública como privada, siguen constituyendo vulnerabilidades en un contexto de desempleo que todavía es alto", señala el Ejecutivo comunitario en un informe sobre la economía y reformas en España.

El incremento del salario mínimo en un 22,3% en 2019 podría reducir el número de 'trabajadores pobres', pero "puede tener efectos adversos en las oportunidades de los jóvenes en el mercados laboral y de los trabajadores menos cualificados".

El drama de la temporalidad

Aunque el desempleo está cayendo con velocidad desde que el PIB recuperó la tendencia de crecimiento, "mucha gente continúa sin empleo o tiene trabajos temporales y la desigualdad económica sigue siendo marcada". La temporalidad suele ejercer presión a la baja sobre el crecimiento de la productividad, ante el menor gasto en formación de los trabajadores con contratos no indefinidos.

El 26,9% de todos los ocupados en España son temporales, según los últimos datos publicados por Eurostat (cuarto trimestre de 2018). Además, la Organización Internacional del Trabajó avisó de esta situación precaria con datos impactantes. Cuando se pregunta a los que tienen este tipo de contratos si desearían tener uno fijo, el 85% responden que sí, mientras que en países como Austria o Alemania sólo entre el 10 y 15% de los trabajadores manifiesta es preferencia. Además, en España dominan los contratos temporales de menor duración, algo que suma mayor incertidumbre a este tipo de trabajadores.

Por ahora, la productividad está creciendo al mismo ritmo que en el resto de la Eurozona (un ritmo lento), pero varios factores "estructurales" impiden un aumento más rápido, como el "bajo rendimiento de la innovación y las brechas de cualificación, o la regulación del mercado de bienes y servicios, que a la postre son los principales amplificadores de la brecha de productividad entre España y la Eurozona".

Inestabilidad política

Por otro lado, la CE también hace ilusión a la incertidumbre política y los cambios de Gobierno, que impiden que se lleven a cabo reformas estructurales que necesitan consenso político y un apoyo mayoritario.

"La evolución del contexto político el pasado año, con un cambio de Gobierno en junio de 2018 y las nuevas elecciones convocadas para abril de 2019, se han reflejado en un progreso más lento de las reformas", reza el documento publicado por la institución europea. 

Déficit y deuda

Entrando más en detalla, la CE cree que la sostenibilidad de las finanzas públicas está en riesgo en el medio y largo plazo. Aunque el organismo prevé que la deuda pública seguirá cayendo y España logrará un superávit primario (sin contar el pago de intereses) en 2019, el nivel de endeudamiento sigue siendo muy elevado. 

"Cuando ajustamos el impacto del ciclo económico (que ahora es positivo), el déficit del Gobierno de España continúa siendo obstinadamente alto, con un nivel de recaudación fiscal que es relativamente bajo respecto al gasto", aclara la Comisión Europea.

Las pensiones tampoco han pasado desapercibidas para Bruselas. Los recientes cambios que han vuelto a indexar las pensiones al IPC "probablemente tendrán un aumento significativo del gasto en el medio y largo plazo, a menos que se compense con otras medidas".

Más allá de todas estas advertencias que tienen como objetivo un crecimiento económico sólido y sostenible en el largo plazo, la CE reconoce que la actividad económica en España ha sido "robusta" en los últimos años, aunque "la economía muestra signos de desaceleración". No obstante, este riesgo es principalmente consecuencia del contexto global, como una demanda exterior más débil y las tensiones comerciales. 

Un entorno exterior más complejo desembocará "en un crecimiento de las exportaciones menor del esperado en un primero momento". La actividad económica se expandirá un 2,1% en 2019 y un 1,9% en 2020, según las previsiones de Bruselas.

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