Los expertos lo tienen claro: la tendencia de cada vez un mayor número de jubilados con unas pagas iniciales muy superiores a las que salen del Sistema hace que la progresión del gasto sea una cuestión perenne para la Seguridad Social. Algo que llevará a que el Estado tenga que afrontar a partir del próximo año 2020 una nómina que alcanzará los 10.000 millones de euros mensuales, asistiendo a más de 10 millones de pensionistas.
Este es uno de los horizontes que, según el secretario general de Ocopen, Manuel Álvarez, se vislumbra una vez conocidos el martes los datos de la nómina de pensiones del mes de febrero, publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Unas cifras que dan cuenta de un gasto récord de 9.563,1 millones de euros en pago de pensiones contributivas, un 7,1% más que en el mismo mes de 2018. Esta tasa de crecimiento se deriva de la subida experimentada por las pensiones a principios de año -además de la de agosto del pasado año- y del alza en la base reguladora de la pensión de viudedad desde el 56 al 60% para personas con 65 o más años sin otros ingresos.
Así, el gasto global del conjunto de pensiones llegó a superar el 8% interanual en la antesala de la crisis y venía creciendo a un ritmo próximo o superior al 3%. De hecho, ya se acumulan 37 meses consecutivos de crecimientos superiores al 1%. Esto, sumado a que el número de pensiones avanzó en febrero un 1,4% respecto al mismo mes de 2018, hasta 9.707.140 pensiones, por encima de las 9.695.870 pensiones que se pagaban en enero, son los cimientos que para el secretario general de Ocopen vaticinan que "superaremos la barrera psicológica de los 10.000 millones de nómina en 2020".
Más allá, la mayor parte de los 9.563,1 millones de euros destinados a pagar la nómina de las pensiones en febrero fue a parar a las pensiones de jubilación, con 6.805,2 millones de euros (un 7,2% más), seguidas de las pensiones de viudedad, a las que se dedicaron 1.672,2 millones (8,8% más).
Por su parte, al pago de las pensiones de incapacidad permanente se destinaron en febrero 925,1 millones de euros (3,8%), las de orfandad supusieron 136,3 millones de euros (5,1%) y las pensiones en favor de familiares totalizaron 24,1 millones de euros (8,47%).
Esta tendencia compromete aún más el gasto, ya que, como recuerda Manuel Álvarez, "las primeras pensiones de ahora son de una cuantía mucho mayor que las que salen", ampliando así la brecha de gasto.
