La industria de planes de pensiones en España lleva años de capa caída. Su patrimonio apenas ha crecido un 31% en los últimos diez años, sus partícipes han caído un 11% en ese periodo y, en cuestión de aportaciones, 2018 cerró como el primer año desde que hay datos (2002) en el que las prestaciones superaron a las aportaciones. Además, el año pasado se cerró con otro dato que resulta cuanto menos llamativo, ya que apenas se traspasaron entre planes de pensiones 9.725 millones de euros o, lo que es lo mismo, un 13,2% del patrimonio medio que hay en esos planes y que supone un nuevo mínimo histórico, según los datos de Inverco.
Las causas que pueden explicar que pocos hayan sido los partícipes en recurrir al traspaso, que por cierto cuenta con la ventaja fiscal, ya que las movilizaciones de patrimonio no tributan en planes de pensiones, son varias. Una de ellas la explica José Luis Manrique, desde el departamento de estudios de Inverco: "Quizá ese bajo dato, que a nosotros también nos ha llamado la atención, sea porque la volatilidad del mercado en 2018 fue constante y no había opciones rentables a las que ir".
Y puede tener razón, teniendo en cuenta que, según los propios datos de Inverco, los planes de pensiones cayeron de media un 4,08% el año pasado en todas las categorías, con la excepción de los garantizados, cerrando el ejercicio en negativo. De hecho, el 96% de los planes de pensiones despidieron 2018 en números rojos, según los datos de Morningstar.

Sin embargo, esta explicación tiene alguna laguna, ya que en fondos de inversión, que también tienen la ventaja fiscal del traspaso, el porcentaje sobre el patrimonio medio traspasado fue del 26,8%, nuevo máximo histórico, a pesar de que tampoco es que hubiera muchas opciones rentables, puesto que el 94% de los fondos españoles acabó en negativo.
La otra explicación aplica a la posibilidad de que cada vez sean menos los partícipes que se dejan llevar por las campañas comerciales que elaboran las entidades para captar dinero vía traspaso, lo que, según explica Juan José Cotorruelo, director de Vida y pensiones de Caser, "sería una noticia positiva, ya que implicaría que cada vez se tienen menos en cuenta los incentivos y que el consumidor va aprendiendo poco a poco". Sin embargo, lo cierto es que en 2018 el 50% de las entradas de dinero en planes individuales se produjeron de octubre a diciembre. Eso sí, la cifra lleva ya cuatro años en descenso.
Desidia de los inversores
Pero detrás de la fuerte caída de los traspasos hay otra razón que preocupa a la industria: la desidia que muestran los partícipes con respecto a estos productos. No en vano, según los últimos datos disponibles de la Dirección General de Seguros (DGS), en 2017 el 66% de los inversores no aportó ni un solo euro a su plan de pensiones y de los que sí lo hicieron, el 60% invirtió menos de 900 euros.