Economía

Corbyn abre la puerta a un segundo referéndum sobre el Brexit y puede ser la mejor baza para May

  • Los bretixeers pueden reconsiderar su voto si hay amenaza de convocatoria
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn. // Reuters

Jeremy Corbyn ha dado el primer paso para contentar a sus militantes laboristas presentando una enmienda para evitar un Brexit caótico que introduce la posibilidad de convocar una nueva votación. El líder del Partido Laborista ha cedido a la presi. Si aumenta las posibilidades de un segundo referéndum, los rebeldes tories partidarios pueden devolver los votos que necesita May para aprobar su acuerdo de salida ante el temor de que el Brexit sea cancelado con una segunda votación.

La propuesta de May de ayer de seguir adelante con sus planes para el Brexit, sin más novedad que pedir el mandato del parlamento para renegociar nuevas condiciones con Bruselas, cuando se esperaba un nuevo plan b, provocó que los diputados presentaran seis enmiendas para que sean discutidas el próximo martes, cuando está prevista la segunda votación del acuerdo de May, para intentar arrebatarle el control al Gobierno del Brexit y evitar que la situación pueda descarrilar en una salida abrupta y caótica.

Entre ellas, se encuentra la avalada por Corbyn que busca forzar al Gobierno a no tener acceso a un Brexit sin acuerdo con varias opciones, para dar tiempo al Parlamento a analizar y votar opciones que permitan evitar una salida. Incluye la propuesta de una unión aduanera permanente con la UE, opción favorita y defendida por los laboristas, conocida como la fórmula Noruega Plus, y en segundo término la convocatoria de un segundo referéndum.

Corbyn, reconocido euroescéptico, y siempre reticente de llamar de nuevo a las urnas a Reino Unido para que decida si finalmente salen de la Unión Europea, ha cedido ante la presión interna del partido. Su primera opción desde el principio ha sido convocar nuevas elecciones para hacerse con el control del Brexit y del Gobierno. En segunda instancia, defienden que el país siga dentro de la unión aduanera. Pero un total de 73 diputados pidieron a Corbyn públicamente que asumiera como suyo un segundo referéndum, el mismo día que el líder laborista presentó una moción de censura contra May, que finalmente perdió.

Hay pocas posibilidades de que el segundo referéndum termine siendo votado por el Parlamento británico. No está claro si la enmienda del Partido Laborista terminará siendo la elegida por el partido laborista. A favor están las encuestas, el remain (permanencia) se encuentra en máximos desde el primer referéndum de 2016. Según YouGov, la permanencia alcanza un porcentaje del 56% frente al 44% que siguen apostando por la salida.

Sin embargo, no parece que Corbyn vaya a terminar firmando la enmienda. Rebecca Long-Bailey, portavoz laboristas, ha aclarado a la BBC esta mañana que el segundo referéndum no es la que apoya el partido y hay puntos de vista individuales. "Todo está sobre la mesa", ha asegurado.

El partido laborista defiende como primera opción que se vote por permanecer en la unión aduanera

"Nuestra enmienda permitirá a los parlamentarios votar sobre las opciones para poner fin a este punto muerto en el Brexit y evitar el caos de una salida sin acuerdo", explicó ayer el propio Corbyn. Oficialmente, el partido defiende como primera opción que se vote por permanecer en la unión aduanera.

En el calendario más previsible para el Parlamento británico, May y el Brexit, el próximo 29 de enero se votará el plan b de la primera ministra. May sigue manteniendo los contactos con otros grupos parlamentarios con la idea de pedir permiso a la Cámara de volver a Bruselas a renegociar las condiciones del Brexit con las nuevas demandas de los diputados. En ese momento, entrará en juego las enmiendas presentadas, si May no encuentra los apoyos suficientes. Pero la partida continuará hasta el 29 de febrero, la fecha límite que se ha fijado el Parlamento británico para aprobar una salida. Hasta esta fecha los diputados tienen tiempo de tomar el control del Gobierno para evitar el abismo.

La enmienda que puede recibir más apoyo en la cámara es la presentada por la laborista Yvette Cooper, que daría tiempo al parlamento a obligar a los ministros a solicitar una extensión del artículo 50 si no hubiera acuerdo. Cuenta con el apoyo del exministro conservador Nick Boles. Las otras enmiendas apoyan la prórroga para salir del Reino Unido, menos una de ellas que propone limitar a cinco años la salvaguarda en Irlanda del Norte.

A estas alturas es complicado que los números le den a Corbyn para que su enmienda consiga el apoyo suficiente

A estas alturas es complicado que los números le den a Corbyn para que su enmienda consiga el apoyo suficiente, pese al fuerte rechazo que generó el acuerdo de May. Su nombre en la enmienda ya generaría rechazo entre las filas tories, a pesar de que apoyen la permanencia.

May recibió el mayor varapalo parlamentario de época moderna del Reino Unido por el voto de los laboristas, remainers conservadores, los minoritarios de la DUP y por los partidarios del Brexit duro. La prensa británica calcula que los bretixeers suponen casi 130 votos. Estos diputados darían prácticamente la mayoría al acuerdo de May. Su crece la expectativa de que un segundo referéndum es viable, la primera ministra podría recuperar estos votos. Mejor un mal acuerdo, que un nuevo referéndum.

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