
La tasa media de inflación interanual se situó en Alemania en 2018 en el 1,9%, ligeramente por encima del 1,8% en 2017, según datos definitivos difundidos hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
En tanto, la tasa de inflación interanual en diciembre fue del 1,7% -notablemente por debajo de los meses anteriores-, y respecto a noviembre subió un 0,1%.
El principal factor inflacionario lo constituyeron los precios de la energía, que se encarecieron en 2018 un 4,9% respecto a 2017 y, por lo tanto, más que un año atrás, con una subida del 3,1% respecto a 2016.
Respecto a 2017, en 2018 subieron, sobre todo, el gasóleo ligero -un 21,7%- y notablemente también los carburantes -un 7,8%-.
Por contraste al fuerte aumento de los precios de los derivados del petróleo, los de otros productos energéticos se desarrollaron de forma más moderada. Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en 2018 en el 1,6%.
Los alimentos se encarecieron notablemente en 2018, un 2,5% respecto a 2017, aunque menos que los precios de la energía. La subida de precios afectó a todos los grupos de alimentos, aunque en particular se hizo notar en grasas y aceites -un 7,4%- y productos lácteos y huevos -un 5,3%-.
Los precios para otros bienes se encarecieron en 2018 un 2,2%, entre ellos el tabaco (3,8%) y las bebidas alcohólicas (2,7%). En comparación con otros bienes, los precios de los servicios subieron en 2018, con un 1,5%, de forma algo más moderada.
Decisivo en el encarecimiento de los servicios fue el aumento de los alquileres de viviendas en un 1,6%, al constituir uno de los principales gastos del consumidor privado, aunque también subieron las tarifas para el mantenimiento y reparación de vehículos -un 3,0%- y las de cáterin en restaurantes, cafés y venta ambulante -un 2,1%-.
Por contra se abarataron un 2,5% los billetes de avión, y un 0,7% los servicios de telecomunicaciones. En tanto, el IPC subió en diciembre un 1,7% en términos interanuales, notablemente menos que el 2,3% de noviembre.
Esta tasa de inflación menor a la de los meses anteriores se debió principalmente al desarrollo de los precios energéticos, que en diciembre subieron un 4,8% interanual, frente al encarecimiento del 9,3% registrado en noviembre.
Se ralentizó notablemente el aumento sobre todo de las tarifas para gasóleo ligero -un 16,1%, frente al 40,7% en términos interanuales registrado en noviembre- y los carburantes -un 8,6%, frente al 15,0%-.
Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en diciembre en el 1,4%. Entre diciembre de 2017 y 2018, los alimentos se encarecieron un 1,0%, en particular la verdura (8,1%), mientras que la fruta se abarató notablemente, un 5,1%.
Los precios para otros bienes subieron en diciembre un 2,0% interanual, influenciados por el encarecimiento de la energía. Así, aumentaron considerablemente los precios de periódicos y revistas (4,3%) y la cerveza (3,1%), mientras que la electrónica de consumo se abarató (5,8%).
En el sector servicios, los precios subieron un 1,5% interanual. Además de los alquileres del viviendas, que aumentaron un 1,5%, se incrementaron las tarifas para el mantenimiento y reparación de vehículos -un 2,6%-.
Por contra, resultaron más baratos los servicios educativos de infantil y primaria -un 12,0%-, sobre todo por la supresión de los costes de parvulario en algunos Estados federados.
El IPC armonizado para Alemania, el que se calcula con criterios comunitarios, se elevó en 2018 un 1,9% ; en diciembre subió un 1,7% respecto al año anterior, mientras que en relación con noviembre aumentó un 0,3%.