Economía

Reino Unido ampliaría su presencia en la UE para evitar un 'Brexit' caótico

  • Hasta el laborismo considera inevitable el retraso tras el martes
Manifestación contra el Brexit. Foto: Archivo.
Londresicon-related

Reino Unido comienza a asumir que ampliar su permanencia en la Unión Europea podría ser más que una opción, una necesidad. Independientemente del esperado rechazo del acuerdo del Brexit el martes en el Parlamento, en su formulación actual, o significativamente enmendado para impedir una salida no pactada, el volumen legislativo preciso antes del 29 de marzo podría acabar forzando una extensión del artículo 50, incluso si Downing Street sigue planteando una opción binaria entre la propuesta de la primera ministra, o un divorcio sin acuerdo.

El propio laborismo ha considerado el retraso "inevitable", sobre todo si los acontecimientos de la próxima semana, cuando Theresa May sufra la prevista derrota, precipitan una convocatoria electoral que acabe llevando a Jeremy Corbyn al Número 10. El objetivo de la oposición continúa siendo provocar un adelanto y, de llegar al poder, renegociar los términos con Bruselas, si bien ni las encuestas le dan opciones de victoria, ni el bloque parece dispuesto a reabrir las conversaciones.

En el plazo más inmediato, la realidad que presenta el desafío del Brexit no entiende de conveniencias políticas: según recordaba el viernes el periódico vespertino Evening Standard, al menos seis leyes esenciales que deben aprobarse antes de la ruptura, como la de inmigración, están por debatir e incluso si Westminster declarase los fines de semana como período legislativo hábil y cancelase el parón de febrero, es complicado que hubiese margen. Eso sí, la decisión requeriría unanimidad por parte de los Veintisiete, un matiz que al norte del Canal parecen tener menos en cuenta debido al hastío que el Brexit ha causado ya en el continente.

El entorno de May insiste en que el desenlace por defecto de perder el martes es la salida sin acuerdo. Su mantra aspira a persuadir a quienes, ante todo, temen un desenlace caótico, un pavor superior a la insatisfacción que provoca la actual propuesta sobre la mesa. Aunque es difícil que la estrategia logre revertir la animadversión como para permitir a la premier salir victoriosa, algunos diputados que preveían votar en contra han cambiado de opinión, dadas las devastadoras consecuencias de un no acuerdo, lo que permitiría, al menos, reducir el margen de la derrota.

Clave será, por tanto, la ayuda de Bruselas que el Ejecutivo prevé anunciar el lunes, con una carta del mismísimo presidente de la Comisión Europea. El propio Jean Claude Juncker avanzó el viernes desde Rumanía la inminencia de último salvavidas, pese al escepticismo continental sobre las posibilidades de provocar un vuelco. El plan es garantizar a Westminster que, de emplearse, la polémica cláusula para evitar una frontera dura con Irlanda sería meramente temporal, aunque las conversaciones entre Londres y Bruselas están todavía en curso.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky