
El viaje de Pedro Sánchez de este sábado a Barcelona no será en balde. Además de elegir la Ciudad Condal para arrancar la precampaña de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de mayo de 2019, el presidente del Gobierno aprovechara el momento para anunciar otro "gran argumento", el de mejorar la inversión pública del Estado en Cataluña, y además el de ofrecer mayor margen financiero a esta comunidad en la que dos de sus principales formaciones, PDeCat y ERC, son votos necesarios para que Sánchez logre sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
Sin más detalle al respecto de cifras y proyectos concretos, y a la espera de que parte de esa letra pequeña se dé a conocer este viernes tras el Consejo de Ministros que aprobará el anteproyecto de las Cuentas Públicas de 2019, el secretario general del PSC, Miquel Iceta, avanzó el miércoles ese nuevo paquete de inversiones públicas con las que el Gobierno de Sánchez quiere regar Cataluña. En su opinión, con estos nuevos Presupuestos, la región catalana será tratada con "justicia" porque tendrá "más recursos y más margen fiscal". Será "la primera vez en demasiados años -remarcó Iceta- que tendremos presupuestos que reviertan los recortes y la lógica de la austeridad".
Ahora bien, el paquete de medidas de Moncloa no viene sin contrapartida, al menos a tenor de las palabras del número uno de los socialistas catalanes. Iceta insiste en su mensaje, en que si el independentismo renuncia a mejorar el margen financiero de la Generalitat haciendo imposible los presupuestos, el PSC "no negociará un posible apoyo" a las Cuentas catalanas, necesitadas de los votos de los socialistas.
De ahí la falta de reparo de Miquel Iceta al reconocer que el arranque de la precampaña electoral de los comicios del 26 de mayo "no es por casualidad" en Barcelona, dado que aquí "hay la posibilidad de que se puedan producir apoyos que favorezcan la aprobación de los Presupuestos". En esta tesitura, para Iceta, la alternativa de los soberanistas no es otra que la de elegir entre el diálogo del PSOE y el 155 perpetuo y permanente de PP, Cs y Vox. Dicho de otro modo, entre un Gobierno progresista y dialogante, o una alternativa, que "si llega, no solo será regresiva", sino que supondrá "volver a los peores momentos de los últimos años".
A las afirmaciones de Iceta y a las peticiones de apoyo a los Presupuestos Generales del Estado respondieron desde ERC y PDeCat. Los republicanos insisten a elEconomista en que si no hay movimientos, acciones, o actitudes encaminadas a mejorar la vida de los presos de Lledoners, o de facilitar un referéndum de autodeterminación, no habrá nada que hacer, luego, no apoyarán estos Presupuestos. Y de movimientos también ha hablado el president de la Generalitat, Quim Torra -el principal interlocutor de Carles Puigdemont-, quien dijo al jefe del Gobierno que si no se "mueve" para poner sobre la mesa una propuesta a la autodeterminación, el independentismo no permitirá la tramitación de los Presupuestos Generales.
Gestos extraparlamentarios
Ante las exigencias independentista, el socialismo oficial de Ferraz ya ha adelantando a estos partidos que no esperen gestos "extraparlamentarios" para que el Gobierno coseche su apoyo a los Presupuestos. Las declaraciones de José Luis Ábalos, secretario de Organización, coincidían con el día en el que Gabriel Rufián, de ERC, afirmaba que Podemos le ofreció la cabeza del ministro de Exteriores, Josep Borrell, a cambio del apoyo de los Presupuestos, circunstancia ésta que ha sido desmentida por la formación morada.
En cualquier caso, el propio Borrell restó importancia a las palabras de Rufián: "Esto es la infrapolítica, cuando uno tiene el privilegio de ver con las luces largas la política internacional y lo que nos jugamos en el mundo, estas cosas no merecen por mi parte ninguna atención", dijo a los periodistas durante su viaje a Nueva Delhi.