
Los tres días de intensas negociaciones entre funcionarios estadounidenses y chinos en Pekín culminó el miércoles con un renovado optimismo dentro de la delegación norteamericana. Según informó la Oficina del Representante Comercial de Washington (USTR, por sus siglas en inglés) el gigante asiático ase comprometió a comprar una "cantidad sustancial" de bienes y servicios agrícolas, energéticos y manufactureros estadounidenses.
Ted McKinney, subsecretario de Agricultura de Estados Unidos para Asuntos Comerciales y Exteriores, destacó en declaraciones a la prensa antes de partir de nuevo a la capital estadounidense que las conversaciones "fueron bien". "Ha sido bueno para nosotros", sostuvo sin dar más detalles. Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, incidió en que extender un día más las consultas demostró "que las dos partes se tomaron muy en serio las negociaciones".
Desde el USTR indicaron que además de la compra adicional de bienes y servicios estadounidenses, ambas partes también abordaron temas más complejos como la protección a la propiedad intelectual y la necesidad de buscar un acuerdo que permita resolver la disputa comercial "para proveer una implementación plena sujeta a los mecanismos de verificación vigentes".
Precisamente, dadas las demandas estructurales que el representante comercial de EEUU, el embajador Robert Lighthizer, exige al gobierno de Xi Jinping, donde se incluyen poner fin a la transferencia forzada de tecnología de las compañías estadounidenses que operan en el país o poner fin a los subsidios estatales a las empresas chinas, se prevé que las negociaciones puedan extenderse más allá del 1 de marzo, fecha límite acordada por el presidente Trump y Xi el pasado diciembre.
Según Steven Friedman, economista de BNP Paribas, en estos momentos "existen un 70% de probabilidades de que se amplíen las negociaciones más allá de marzo sin que haya una escalada en los aranceles". Considera que China está acelerando su proceso de apertura y si este se implementa correctamente, "se abordarán las críticas estadounidenses a las prácticas comerciales y a la gestión de la propiedad intelectual de China".
Dejando de lado a China, las conversaciones también continúan entre Washington y Bruselas. Aunque no han acordado el alcance de las negociaciones comerciales, si que está claro que el bloque no incluirá la agricultura en las conversaciones.