La visita de Xi Jinping va a suponer para la economía española y sus empresas una mayor interacción y penetración en los mercados chinos. Y es que hoy el mandatario oriental firma una serie de acuerdos, que van a ser rubricados también por Pedro Sánchez, para facilitar la entrada de operadores nacionales, particularmente de los sectores del porcino y de la uva de mesa, en la economía china.
De hecho, España y China cierran este miércoles hasta ocho acuerdos institucionales -que abordan la relación entre ambos países en campos como la investigación, la fiscalidad, el empleo y la cultura- y supervisan la firma de al menos 10 pactos comerciales entre importantes empresas de ambos países, entre las que se cuentan gigantes como Telefónica, Huawei, Abengoa y Sinopec. Fuentes de Moncloa precisan que la cifra de pactos entre empresas podría ser incluso mayor, aunque pusieron énfasis en que los sectores más favorecidos serán los del cerdo y la uva de mesa.
Para ambos se deshacen muchas de las limitaciones que impedían que sus productos accedieran a las tiendas chinas -de hecho, para la uva de mesa se abre "de facto" el mercado del país oriental-, pero la situación es especialmente relevante en el caso del porcino.
Con el protocolo de hoy se amplían los productos cárnicos que del puerco se pueden exportar al país asiático, como por ejemplo la carne fresca y productos curados tan populares como el jamón con hueso, la paleta, el lomo, el salchichón y el chorizo. "Con este acuerdo se abren grandísimas posibilidades a la industria cárnica española para acceder al mayor mercado consumidor del mundo, que tienen allí una gran demanda y en una condiciones muy ventajosas", aseguran fuentes del Gobierno.
Desde la patronal Interporc aplauden la medida, aunque les ha pillado por "sorpresa", tal y como reconoce su director general, Alberto Ron. "Nos va a permitir acceder a un mercado con más margen y valor añadido. Puede llevar al sector porcino español a ser uno de los líderes mundiales", aunque no se atreve a vaticinar cuánto se puede incrementar la cifra de negocio de las empresas.
"Aún es pronto para hacer una valoración al respecto". Por otro lado, aunque hay cierta "reciprocidad", desde Presidencia del Gobierno dejan claro que los acuerdos que se firmen son para impulsar los intereses españoles en China y no al revés. Además, el Gobierno pretende reforzar su colaboración bilateral con China en las oportunidades que puedan surgir , en África y Latinoamérica, áreas en las que España y China son actores geopolíticos de importancia. La guerra comercial se tratará en el encuentro entre Sánchez y Xi, pero no se espera ningún acuerdo al respecto.
'No' a la Ruta de la Seda
Sin embargo, por lo pronto, España descarta participar en la iniciativa One Belt, One Road, la nueva Ruta de la Seda que abandera China y que enarbola líneas económicas para vincular Europa y Asia. "Nos parece bien, pero eso es distinto a formar parte de ella. Ya hay una iniciativa similar que lidera la Comisión Europea, que es en la que ya participamos", indican desde el Gobierno. Con todo, eso no implica que España no vaya a participar en ninguno de los proyectos que integran la propuesta oriental. De hecho, la creación de una línea de transporte marítimo entre el Puerto de Algeciras y el Zhoushan forma parte de ella y el Gobierno la respalda.
Los acuerdos se firman como antesala de la próxima reunión del G20, en el que España participa como país invitado. Desde Presidencia se indica que ya circula un borrador del acuerdo entre los participantes en el encuentro sobre migración, comercio y cambio climático, aunque todavía no hay nada cerrado.
Adiós al optimismo
Con las miras puestas en Buenos Aires, el encuentro entre Xi y su homólogo estadounidense, Donald Trump, se celebrará bajo las nuevas amenazas del inquilino de la Casa Blanca. En una entrevista concedida al Wall Street Journal, el mandatario olvidó el tono optimista previamente utilizado para referirse a la esperada cena y adelantó que su país seguramente incrementará los aranceles del 10% al 25% sobre una gama de productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares.
Esta medida, que entraría en vigor el próximo 1 de enero, según lo establecido por la Oficina del Representante Comercial de EEUU no es la única granada arancelaria al alcance de Washington. Trump, quien reconoció que es "altamente improbable" que ceda a la petición de Pekín de frenar su incremento de estos gravámenes, también reiteró su amenaza previa de tasar importaciones adicionales del gigante asiático por valor de 267.000 millones de dólares, lo que supone gravar todas las importaciones de bienes chinos que llegan al país.
"Si no logramos un acuerdo, entonces activaré los 267.000 millones de dólares adicionales", dijo el republicano adelantando que dicha cantidad se enfrentaría a aranceles del 25%, declaraciones que cayeron como un jarro de agua fría en compañías como Apple.
Lista de acuerdos estatales
Comercio
Los representantes comerciales de España y China firman un memorándum de entendimiento (MOU) para colaborar en terceros mercados.
Fiscalidad
Ambos países cierran un acuerdo de doble imposición en relación con los impuestos sobre la renta, así como medidas para prevenir la elusión y la evasión fiscales.
Trabajo y Ciencia
Magdalena Valerio y su homóloga rubrican un MOU sobre empleo y Seguridad Social, pero su contenido se desconoce. En similar situación se encuentra el MOU sobre materiales avanzados.
Alimentación
Se cierran sendos protocolos para la exportación a China de la uva de mesa española así como de la carne de porcino nacional. En ambos casos, se abre el mercado oriental a estos productos, especialmente relevante en el caso de los derivados del cerdo.
Cultura
España y China colaborarán en la promoción de sus culturas en ambos países. Para ello, facilitarán la apertura de centros culturales.