
El líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi Di Maio, ha afirmado este viernes que el Ejecutivo del país dialogará "a ultranza" con la Comisión Europea (CE) para explicar las razones del plan presupuestario italiano para 2019 y evitar posibles sanciones.
"Tenemos que intentar tener un diálogo a ultranza con todos los comisarios europeos, con la CE, para explicar la razón de estas medidas, pero sobre todo, que los presupuestos pueden ser beneficiosos", dijo Di Maio en declaraciones a los medios.
Este sábado está previsto que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el ministro de Economía, Giovanni Tria, se reúnan en Bruselas con el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, después de que el Ejecutivo comunitario rechazara el pasado miércoles de forma definitiva el borrador de presupuestos italianos por incumplir las normas europeas.
Las cuentas italianas prevén para el próximo año un déficit del 2,4% del producto interior bruto (PIB) y una deuda del 130%, cifras con las que Roma estima que fomentará el crecimiento del país en un 1,5 %.
Di Maio reiteró que el Gobierno italiano quiere ampliar el gasto público para intentar una receta de estímulo a la economía distinta a las aplicadas por las anteriores administraciones y no han dado resultado.
"Nuestro objetivo es reducir la deuda para ayudar a las generaciones futuras"
"Nuestro objetivo es reducir la deuda para ayudar a las generaciones futuras, pero queremos hacerlo con una receta diferente porque la del pasado no ha funcionado", destacó.
"Los mercados saben que los responsables de la actual deuda pública no es este Gobierno sino los anteriores, porque el actual aún no ha generado deuda", agregó.
El otro vicepresidente del Gobierno y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, se ha manifestado en la misma línea y destacó que el Gobierno italiano intentará ganar tiempo en Bruselas para poder demostrar que las cuentas italianas van en la dirección correcta, antes de sufrir la imposición de posibles sanciones.
"A Juncker le explicaremos que estos presupuestos incrementan el crecimiento del país, crean trabajo y garantizan el derecho a la salud, al estudio y las pensiones. (...) Les pediremos que vean en un año si las cuentas italianas estaban bien diseñadas o no", subrayó a los medios.
"Yo pediría doce meses de tiempo para ver qué ocurre. Estoy convencido de que Bruselas nos dejará trabajar tranquilamente", opinó.
La CE rechazó el miércoles el borrador presupuestario de Italia para 2019 y propuso abrir un procedimiento de déficit excesivo al país por su elevada deuda pública, una medida que si se materializa podría dar lugar, en última instancia, a sanciones de entre el 0,2% y el 0,5% del PIB de Italia (entre 3.450 y 8.625 millones de euros, aproximadamente).
Sin embargo, la CE no puede pedir la apertura formal del procedimiento hasta recibir el respaldo del Consejo de la Unión Europea (los países).