
El Gobierno está dispuesto a dar un paso más allá en el sector del automóvil aprovechando que este sábado entra en vigor el nuevo sistema de medición de emisiones WLTP impuesto por Bruselas. Fuentes del sector apuntan a que en algún Consejo de Ministros cercano el Ejecutivo dará luz verde a una Mesa de Movilidad en la que se sentarán representantes del propio Gobierno y del sector para analizar algunos de los puntos que preocupan actualmente a la automoción.
Uno de los temas que se abordará es la fiscalidad completa del automóvil. El sector lleva años abogando por la eliminación del impuesto de matriculaciones y la reformulación del impuesto de circulación. El objetivo final será volcar los ingresos fiscales en el uso del automóvil, gravado con el impuesto de circulación o el de hidrocarburos, especialmente el diésel y descargar la imposición a la compra, que tributa en impuesto de matriculaciones e IVA.
La Mesa sería necesaria tras el cambio que implica la WLTP en el impuesto de matriculación. El Gobierno ha optado por mantener que el límite de tributación seguirá siendo 120g de CO2 por kilómetro, pero a cambio establecerá un impuesto atenuado, reduciendo los tipos que actualmente se aplican (4,75%, 9,75% y 14,75%), que entrará en vigor mañana sábado en un periodo transitorio que finalizará el 1 de enero de 2019. No obstante, ante la presión del sector, el Consejo de Ministros debería aprobar próximamente que ese periodo transitorio se amplíe dos años más, al menos hasta 2021.
El sector confía en que para entonces, la Mesa de Movilidad haya dado sus frutos y se haya modificado la imposición al automóvil en su conjunto, lo que podría acarrear el fin del impuesto de matriculación.
Sobre los coches afectados por la entrada del WLTP, el sector confirma que es difícil determinar. Si las empresas fabricantes no hubiesen modificado sus motores, habría afectado al 80% de los modelos que actualmente están exentos del impuesto. Sin embargo, todavía hay muchos fabricantes que no han homologado su gama completa, por lo que es difícil saber el efecto fiscal, tanto en modelos a los que se empezará a aplicar el impuesto, como en la recaudación que ingresarán las Comunidades Autónomas.
Otro tema que se pondrá encima de la Mesa de Movilidad son los problemas con el diésel y cómo abordar los cambios de una manera coordinada y ordenada.