
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado hoy que el Gobierno está dispuesto a estudiar la posibilidad de subir los impuestos a las rentas del trabajo por encima de los 150.000 euros anuales. Después de semanas en las que el Ministerio de Hacienda aseguraba que había una serie de figuras fiscales intocables en la negociación con Podemos para que la formación apoye la senda de estabilidad y los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 del Gobierno, ese discurso ha cambiado.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha confirmado hoy que esta inviolabilidad de determinadas figuras fiscales ya no está activa. Antes de su intervención en la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados, la titular de las Cuentas Públicas reconoció que la "única línea roja de este Gobierno está en las clases medias y trabajadoras", cuyos impuestos aseguró que no se iban a tocar.
"Lo hemos dicho desde el principio, así lo hemos mantenido en las reuniones y en eso nos mantenemos", ha apostillado la ministra, tras subrayar que las rentas superiores a 150.000 euros "evidentemente" no pertenecen ni a las clases medias ni a las clases trabajadoras.
Montero ha afirmado que el Ministerio es prudente con las negociaciones, porque cree que es "necesario que tengan su tiempo para que lleguen a buen puerto". "En el momento que haya acuerdo así lo expresaremos", ha apostillado la ministra.
Por último, la responsable de Hacienda ha afirmado que el Gobierno está trabajando "de forma intensa" con Unidos Podemos. "Se están produciendo avances satisfactoriamente y está habiendo diálogo, pero no somos de retransmitir negociaciones", ha concluido.
¿A cuántas personas afectaría?
Los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, calculan que la subida del IRPF a las rentas superiores a 150.000 euros afectaría al 0,46% de los declarantes, es decir, a 90.788 personas, lo que le permitiría recaudar unos 400 millones de euros. Asimismo, estiman que los afectados deberían pagar cada año una media de 4.400 euros más, lo que se traduciría en un incremento del 2,1% de su factura fiscal.
No obstante, Gestha destaca que la recaudación que se lograría con esta medida podría aumentar en otros 1.500 millones si se alcanzara un acuerdo para equiparar la tributación de las rentas del ahorro con la de la renta general para quienes perciban rendimientos del capital de más de 50.000 euros e ingresen rentas totales por encima de los 150.000 euros, según apuntan las negociaciones.
En este caso, los técnicos señalan que estarían afectados únicamente el 0,44% de los perceptores de las mayores rentas del capital, 86.198 personas, quienes abonarían un pago adicional de unos 17.300 euros, lo que supondría un aumento del 15,7%.