El anterior equipo de Hacienda de Cristóbal Montoro diseñó la rebaja fiscal, que contempla los Presupuestos de 2018 y que todavía no ha sido aprobada, para beneficiar a un millón de pensionistas. Según las estimaciones del Banco de España, alrededor de un millón de contribuyentes de más de 56 años verán como su factura fiscal se reduce en 579 euros anuales frente a los 474,6 euros para los ciudadanos más jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 25 años.
El Banco de España analiza en un estudio la redistribución de renta que tendrá la última rebaja fiscal lanzada por Montoro y que heredará el nuevo Gobierno de Sánchez cuando sean aprobados los presupuestos de 2018. La propuesta estuvo planteada para beneficiar a las rentas bajas y medias bajas y, sobre todo, a pensionistas. Cuando se aprobó en Consejo de Ministro, todavía no estaba encima de la mesa, por parte del Gobierno del PP; que la subida de las pensiones fuera proporcional al IPC y fue anunciada como una ayuda a los jubilados con ingresos más bajos vía IRPF.
El Banco de España en la simulación realizada limita el alcance de la rebaja fiscal de los 3,5 millones de contribuyentes beneficiados a 3,1 millones, pero mejora el impacto por contribuyente. Se anunció que supondría un ahorro medio de 440 euros al año, y la institución lo eleva a 500 euros de media.
El organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos destaca que los mayores de 56 años son los mayores beneficiados de la rebaja fiscal con 579 euros de media siendo el 30% del total de contribuyentes que les afecta la medida. El Banco de España calcula que el 21,3% de los contribuyentes menores de 35 años contarán con una rebaja fiscal media de 433,6 euros; el 18,5% de los trabajadores de entre 16 y 25 años verán reducida su tributación en 474,6 euros.
En términos agregados, la institución estima que el coste total de la rebaja fiscal supera los 1.500 millones de euros, mientras que en el proyecto de Presupuestos se cifraba en unos 2.200 millones de euros, una desviación que, según el Banco de España, se debe a que su modelo de simulación no tiene en cuenta la nueva deducción por gastos de guardería y se basa en datos de rentas y sociodemográficos de 2014, por lo que estarían "desfasados" respecto a la situación actual.
El Banco de España precisa que este ejercicio de simulación no incorpora cualquier posible efecto de las modificaciones impositivas sobre las decisiones de los agentes económicos, aunque entiende que, "presumiblemente", todos esos efectos serán "modestos" dado el "reducido tamaño de las medidas adoptadas".
Su modelo de simulación tampoco tiene en cuenta que "en un horizonte temporal más dilatado", la financiación de esta reforma precisará que o bien se reduzca el gasto o que se establezcan ingresos adicionales, "lo que afectaría, probablemente de manera desigual, a las rentas netas de los diversos grupos de contribuyentes".