
El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, ha advertido este domingo que "existen indicios de que el aumento de las presiones proteccionistas ya ha perjudicado a la inversión".
En su discurso en la Asamblea General Anual del BPI, celebrada hoy en Basilea (Suiza), Carstens ha hecho hincapié en que "una nueva escalada de medidas proteccionistas que socave el sistema comercial multilateral abierto" podría poner en peligro la actual expansión económica.
Carstens, que fue anteriormente gobernador del Banco de México, considera que ese sistema comercial multilateral abierto "ha sentado las bases de buena parte de los avances logrados en la mejora de las condiciones de vida en todo el mundo".
La Unión Europea (UE) aplica aranceles desde el viernes a algunos productos estadounidenses, como el whisky, maíz dulce, zumo de naranja, pantalones vaqueros, motos, y crema de cacahuete, en respuesta a la decisión de EE.UU. de gravar las importaciones de aluminio y acero europeas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, también amenazó con aranceles del 20 % a los automóviles de la UE.
Esta semana el conflicto comercial entre EE.UU. y China ha escalado con amenazas mutuas de aumento de los aranceles y otros países como la India y Turquía han anunciado nuevos aranceles a productos estadounidenses.
Los resultados de la institución
El BPI, que asiste a 60 bancos centrales y autoridades monetarias, también ha presentado su informe anual en el que repasa sus actividades y sus resultados financieros durante el último ejercicio y trasladó el tradicional análisis de la economía mundial al nuevo informe económico anual.
"Si continúa el reciente revés en la depreciación del dólar estadounidense, las negociaciones comerciales se volverán más complicadas", dice el BPI en el nuevo informe económico anual.
Carstens ha reconocido en la Asamblea General del BPI que durante el último ejercicio "la expansión económica se reforzó y se generalizó".
El BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea, observa que la economía mundial está en "una de las expansiones económicas más prolongadas del periodo posterior a la II Guerra Mundial".
"El sector privado fue el principal motor de crecimiento, pero la expansión fiscal también contribuyó en algunas jurisdicciones. El desempleo continuó reduciéndose, hasta marcar mínimos de las últimas décadas en varias economías", destaca Carstens.
Además, añade, "la inflación se aproximó a los objetivos de los bancos centrales, aunque las tasas subyacentes permanecieron más contenidas en la mayoría de los casos".
El director general del BPI resalta que "la mayoría de los analistas consideran transitoria la desaceleración que se ha producido en el primer trimestre de este año".
"Aunque a corto plazo no se prevén dificultades importantes a nivel mundial -con la notable excepción de tensiones financieras en algunas economías de mercado emergentes-, existen riesgos relevantes de cara al futuro", uno de ellos es el aumento de medidas proteccionistas, ha dicho Carstens.
Otro de los riesgos para el crecimiento económico global, que ya ha vuelto a los niveles anteriores a la crisis, es una subida de los tipos de interés en EE.UU., que dificulte las condiciones financieras en todo el mundo.
El BPI también ha mostrado preocupación por los últimos acontecimientos en la zona del euro, como refleja el aumento de la prima de riesgo de la deuda italiana y española.
Carstens ha hecho hincapié en que es esencial una normalización de las políticas monetarias de los bancos centrales, que deben actuar con cuidado porque en caso de moverse demasiado lento, podrían sobrecalentar la economía y generar riesgos para la estabilidad, pero si lo hacen demasiado deprisa, podrían dañar la recuperación económica.
La Reserva Federal (Fed) de EStados Unidos va a incrementar los tipos de interés cuatro veces este año en total, en vez de las tres que había previsto anteriormente.
El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido las compras de deuda a partir de octubre a 15.000 millones de euros mensuales y dejará de comprar bonos a finales del 2018, pero ha dejado claro su compromiso a mantener las tasas de interés en el nivel actual, al menos, hasta finales de septiembre de este año.