Brasil lleva días paralizada por una huelga a gran escala de los camioneros. Estados Unidos se acerca lenta pero inexorablemente a una situación similar si no revierte la tendencia que indica que cada vez hay menos camioneros pese a que los salarios sean cada vez mayores.
EEUU cuenta en la actualidad con unos 50.000 camioneros menos de los que precisa la demanda, según la Asociación de Camioneros Americanos (ATA, por sus siglas en inglés), y podría ascender a unos 100.000 para el año 2021. Se trata de una gran cuantía si se tiene en cuenta que la masa laboral total del sector asciende a unos 800.000 trabajadores. Los cambios normativos, la demografía y la inflación parecen suficiente para que los incrementos salariales no sean suficiente incentivo para sentarse ante el volante.
El instituto de estadística del Departamento de Trabajo de EEUU establece el salario medio anual para los camioneros en 2017 en los 42.480 dólares, y un sueldo por hora que asciende hasta los 20,42 dólares. La ATA recoge datos ligeramente superiores, con una media en el sector de 53.000 dólares anuales, que asciende hasta los 86.000 para conductores de flotas privadas. La media salarial de todas las profesiones en el país es ligeramente superior: 24,34 dólares por hora (18,12 dólares la mediana) y 50.620 dólares al año. Por tanto, la diferencia es escasa teniendo en cuenta que para ser camionero en EEUU no es necesaria ninguna cualificación formativa o experiencia previa.
El envejecimiento y la regulación no ayudan
Sin embargo, la escasez de camioneros va a más: faltaban 20.000 en 2013, 36.500 en 2016 y 51.000 en la actualidad. Como en el resto de profesiones de EEUU, los trabajadores pertenecientes a la generación del Baby Boom se van jubilando cada vez en mayor medida. De hecho, la actual media de edad en la profesión asciende a 55 años, por lo que el problema del envejecimiento y la consecuente jubilación parece que irá a más en los próximos años. Los jóvenes que se incorporan actualmente al mercado laboral parecen preferir otras opciones a una profesión que afecta negativamente a la vida social, a la estabilidad familiar e incluso a la salud por el modo de vida sedentario.
Por otra parte, se ha incrementado la regulación al transporte de mercancías por carretera. La implantación obligatoria de los dispositivos de registro electrónico (ELD, por sus siglas en inglés), que comenzó en diciembre de 2017, ha limitado el número de horas de trabajo de los camioneros, al evitar las falsificaciones o manipulaciones de los registros de las horas de trabajo. Así, los camioneros no pueden trabajar más de 11 horas diarias, y ello siempre dentro de un total de 14 horas, por lo que tienen la obligación de descansar durante un periodo ininterrumpido de 10 horas al día. Además, tampoco pueden trabajar más de 70 horas en un periodo de 8 días, recortando aún más las horas trabajadas.
Aunque el Gobierno busca poner coto a las 4.000 muertes anuales relacionadas con accidentes de camión en EEUU, esta medida perjudica especialmente a los conductores independientes, que no pueden trabajar durante tanto tiempo y quedan más expuestos a los tiempos de carga y descarga de los vehículos, lo que finalmente puede hacer inviable su negocio. A gran escala, esto también restringe el número de camiones en la carretera al mismo tiempo, agravando la diferencia entre el número de portes realizados y el de portes que demandan los clientes.
El comercio online, un reto
Finalmente, la demanda de productos transportados sigue creciendo como consecuencia del comercio online. Actualmente más del 70% de los bienes consumidos en EEUU son transportados a través de camiones. Según un estudio de Nielsen, en torno a un 10% de las compras mundiales del sector del retail están ligadas al comercio electrónico, y se espera que sea cada vez mayor: Statista prevé que para 2021 se duplique la cuantía de las ventas electrónicas realizadas en 2017. Esto plantea todo un reto para el sector de la distribución, que ya ha abierto heridas, como los ataques de Trump a Amazon por beneficiarse del Servicio Postal de EEUU.
La mayor demanda y menor oferta de envíos está aumentando el coste de la distribución. En EEUU es habitual que las empresas contraten camiones a pocos días o incluso horas de las entregas. Las solicitudes para entrega inmediata son 10 veces superiores al número de camiones disponibles, por lo que los precios en este mercado spot han aumentado más de un 20% en poco tiempo.
Por todo ello, la única salida posible a medio o largo plazo para acabar con la escasez de transporte de mercancías por carretera parece la llegada del camión autónomo, cada vez más cercana. Tesla ya presentó hace unos meses su Semi, que ya tiene reservas de grandes compañías pese a que no pisará el asfalto hasta al menos 2019, mientras que Waymo también trabaja en esta tecnología para transportar encargos de Google y los de Uber ya están circulando por las carreteras de EEUU. Para entonces el problema dejará de ser la escasez de camioneros, y empezará a ser la cantidad de camioneros reclamando el subsidio de desempleo.