
La reunión esta semana de política monetaria del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) fue más significativa de lo que muchos inversores esperaban. Por primera vez desde el azote de la crisis financiera de 2008, que obligó al banco central a reducir los tipos hasta el 0% y engullir casi 4 billones de dólares en activos, el instituto emisor parece haber logrado su doble mandato, véase lograr el pleno empleo y lograr que los precios alcancen el 2%.
"Esta es la primera vez que aparece "simétrica" en un comunicado al hacer referencia a la inflación y esto demuestra que el Comité reconoce que los precios han tocado virtualmente en el objetivo", señala Paul Mortimer-Lee, economista jefe de BNP Paribas en Nueva York, quien matiza que Jerome Powell y resto de miembros del FOMC intentan telegrafiar al mercado que pese a que la meta de inflación se sobrepase en los próximos meses, la trayectoria de subidas de tipos no debería alterarse.
Al fin y al cabo, el comunicado destacó que la política se mantiene "acomodaticia", por lo que los funcionarios consideran que todavía queda tarea por hacer, pese a que la tasa de paro lleva seis meses en el 4,1% y el índice de gasto del consumidor (PCE, por sus siglas en inglés) alcanzó el 2% y el 1,9% en su lectura subyacente el pasado marzo. "Con el mercado laboral en pleno empleo o cerca de él y la inflación cerca de su objetivo "simétrico", la Fed puede continuar subiendo tipos gradualmente", incide Ellen Zentner, economista de Morgan Stanley.
Independientemente de que la Fed se sienta cómoda o no dejando que la inflación se mueva por encima del umbral del 2%, lo cierto es que el banco central no sólo saca ventana a coetáneos como el Banco Central Europeo o el Banco de Japón en términos de normalización monetaria sino también cumpliendo las metas establecidas en su misión original.
Desde Bank of America Merrill Lynch inciden en que el BCE y el Banco de Japón están tres años por detrás de la Reserva Federal en cuanto a la normalización de sus políticas, sobre todo si tenemos en cuenta que la inflación en Europa y Japón probablemente se mantenga por debajo de su objetivo del 2% en el futuro.
Desde 2015, la Fed ha implementado ya un total de seis subidas de tipos llevando el precio del dinero desde un rango de entre el 0 y el 0,25% hasta el 1,50% y el 1,75%. No sólo está ganando margen en términos de política monetaria convencional para lidiar con la próxima recesión sino que comenzó en octubre del año pasado ha reducir su balance, que tras las compras de bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas implementadas para lidiar con la Gran Recesión, llegó a sobrepasar los 4,4 billones de dólares.
Por su parte, el BCE mantuvo los tipos de interés en el mínimo histórico del 0%, mientras continuará con su programa de compra de deuda hasta al menos septiembre. El banco central nipón revisó recientemente a la baja su pronóstico de la subida del IPC para el año fiscal de 2018 hasta el 1,3%, desde el 1,4% previamente estimado.
En el primer trimestre del año, el PIB de EEUU creció más de lo esperado, un 2,3%, y según el GDPNow, que elabora la Fed de Atlanta, en el trimestre en curso avanza a un 4,1%. Ahora la miras están puestas en el dato de empleo que se publicará este viernes correspondiente al mes de abril. Los economistas esperan que la tasa de desempleo ceda una décima y el país haya sumado al menos 194.000 puestos de trabajo. Los ingresos medios a la hora deberían registrar una subida del 0,2%. Recordemos que en marzo, EEUU desaceleró su ritmo de creación de empleo, hasta tocar su nivel más bajo de los últimos seis meses.
En estas circunstancias, el consenso del mercado espera que el próximo incremento de 25 puntos básicos para las tasas federales llegue el próximo 13 de junio, cuando el 90,6% de los inversores proyecta que el precio del dinero subirá hasta el 1,75% y el 2%. Con un descanso en la comitiva que culminará el próximo 1 de agosto, los miembros del FOMC darán una nueva vuelta de tuerca el 26 de septiembre. Según el FedWatch de la CME, el 65,2% del mercado descuenta que para entonces los tipos se moverán en un rango del 2% y el 2,25%.
La pregunta es que ocurrirá en la última reunión de política monetaria del año del 18 y el 19 de diciembre. Después de publicarse el comunicado el jueves, un 50,7% de los operadores consideró que Powell y sus chicos no se apearan de su trayectoria completando un total de tres subidas este año. Sin embargo, el 49,1% todavía está a la expectativa de un cuarto incremento este año si las cosas se recalientan demasiado. En este sentido, Sam Bullard, economista de Wells Fargo Securities respalda que "el PCE subirá y tendrá una tendencia ligeramente superior al objetivo del 2% hasta 2019, lo que respalda nuestro teoría de que veremos cuatros subidas de tipos este año".