
El salario medio en España se situó en 1.639 euros mensuales en 2017, lo que supone un incremento del 0,2%, según el VI Monitor Anual Adecco sobre Salarios, basado en la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral, y que analiza la evolución de la remuneración media española.
Estos datos confirman la prolongación de la estabilidad de la remuneración media. En los últimos siete años ha oscilado entre los 1.630 y 1.640 euros mensuales. Tanto que el salario medio en 2017 coincide con la de 2012.
Sin embargo, tras tres años consecutivos de caídas del IPC, en 2017 los precios de consumo volvieron a repuntar, lo que ha tenido un impacto negativo en la capacidad de compra del salario medio. En concreto, ha perdido un 1,8% de capacidad de compra. Si el periodo se extiende a los últimos cinco años, la caída en el poder adquisitivo de la remunieración media es del 2,3%, lo que equivale a una pérdida de 39 euros al mes o de 468 euros al año.
Salario por decil
El informe de Adecco analiza también los salarios desde el ángulo de la diferencia que hay entre los mayores y los menores salarios. Para ello, ordena a todos los asalariadosdesde el que percibe el salario más alto hasta el que cobra la remunieración más baja. Luego se divide el total de asalariados en diez grupos con la misma cantidad de miembros, tomando primero al 10% que menos gana, después al siguiente 10% con menos salarios y así sucesivamente. Cada uno de esos grupos es lo que llamamos un decil. El último paso es calcular el salario medio de cada decil.
El 10% de los asalariados que menos cobra tiene una remuneración media de 483 euros al mes. En el otro extremo, el 10% con salarios más altos percibe, de media, 4.491 euros mensuales.
Comparando los salarios de los diferentes deciles se observa que el mayor incremento porcentual ocurre al pasar del primero al segundo, con una subida de un 82% (equivalente a 396 euros) hasta 879 euros mensuales. El incremento hasta el tercer decil es de un 29% (257 euros más que el decil anterior), con lo que se llega a 1.136 euros por mes.
A partir de ahí, desde el cuarto hasta el octavo decil, los aumentos del salario medio al pasar de un decil a otro son más moderados e inferiores al 20%.
Los incrementos se hacen más grandes entre los últimos dos deciles. Pasar del octavo al noveno implica una ganancia adicional del 24% (558 euros mensuales más). Y alcanzar el décimo conlleva un nuevo incremento del 54% (que equivale a 1.570 euros, que es el mayor incremento absoluto).
Mismo salto, diferente esfuerzo
En otros términos, pasar de un decil a otro no significa siempre el mismo esfuerzo ni el mismo beneficio. Por ejemplo, pasar del cuarto al sexto decil implica una ganancia extra del 28%, que equivale a 375 euros adicionales. Es una ventaja menor que la que supone pasar del séptimo al octavo decil, con lo que se perciben 385 euros más al mes (+19%).
Conocidos los mayores y menores salarios medios, surge de inmediato la idea de calcular la relación entre ambos, que es de 9,3 veces. Es decir que el 10% que percibe salarios más elevados cobra, de media, 9,3 veces más que los que ingresan las menores remuneraciones.
Pese a lo elevado que pueda parecer esta relación, es la más baja de los últimos siete años. En el 2015 se alcanzó la máxima disparidad, con una relación de 11,4 veces entre los mayores y los menores salarios. Para encontrar una relación similar a la actual hay que retroceder hasta 2010, cuando alcanzaba a 9 veces.
La reducción de la brecha entre los mayores y los menores salarios se produce porque las remuneraciones más bajas son las que más crecen. En los últimos cinco años, desde 2012 hasta 2017, el salario medio del primer decil ha aumentado un 13,5%, lo que implica una ganancia adicional de 58 euros mensuales. El segundo decil ha tenido también el segundo salario medio que más se ha incrementado, con una subida de un 4,7% en el mismo período (39 euros más por mes).
En los demás deciles, el incremento acumulado en los últimos cinco años ha oscilado entre el 1,3% y el 2,5%. La excepción es el décimo decil, que es el único que se ha reducido: ha perdido un 0,5% desde 2012, lo que equivale a un recorte de 24 euros mensuales.
Estos incrementos implican que los únicos dos deciles cuya remuneración ha aumentado más que la inflación (es decir, los únicos salarios que han ganado poder de compra), son los dos más bajos.