
Las amenazas veladas sobre una posible intervención en los tipos de cambio corren el riesgo de desatar una guerra de divisas, según ha asegurado este viernes, Benoît Coeuré, miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Estas declaraciones se producen días después de que responsables estadounidenses defendieron la debilidad del dólar para impulsar el comercio.
Benoît Coeuré ha asegurado en el Foro Económico Mundial en Davos que las discusiones sobre tipos de cambio deberían volver a quedar olvidadas. Este tipo de cuestiones sólo se debería analizar en reuniones globales como el G7 y el G20, puesto que las recientes declaraciones públicas han sido poco útiles y pueden desestabilizar los mercados.
"Lo último que necesita el mundo hoy es una guerra de divisas", declaró Coeuré en un panel en Davos. "Vivimos en un mundo de tipos de cambio flotantes, vivimos en un mundo en el que los tipos de cambio no son ni deberían ser utilizados para propósitos competitivos", añadió.
Un exceso de volatilidad
"Hemos visto mucha volatilidad creada recientemente por diferentes declaraciones y creo que eso no está ayudando", sostuvo el responsable del BCE. "La volatilidad no ayuda y si eso llegara a un punto donde pueda crear una consecuencia injustificada para nosotros, cualquier ajuste injustificado de la política monetaria, tendríamos que volver a evaluarlo", agregó.
Los comentarios de Coeuré se producen después de que altos cargos estadounidenses se mostraron a favor esta semana de la reciente debilidad del dólar, lo que produjo una fuerte caída del billete verde ante el euro.
Sus declaraciones coincidieron con las críticas hacia Washington emitidas el jueves por el jefe del BCE, Mario Draghi, por la caída del dólar. La volatilidad monetaria llega en un momento especialmente sensible para el BCE mientras se prepara para recortar estímulos, después de casi tres años y 2 billones de euros en compra de activos.
Los estímulos han reavivado la inflación, pero un euro fuerte afectaría los precios de las importaciones, ejerciendo una presión a la baja sobre la inflación y aumentando el temor a que el BCE no pueda poner fin a las compras de bonos tan rápido como esperaba.
"Lo que queremos ver es que los tipos de cambio vengan reflejados por el mercado, reflejando diferentes condiciones financieras en diferentes lugares como reflejo de las diferentes partes del ciclo en que nos encontramos", añade el directivo del BCE.
Por otro lado, Coeuré destacó la eficacia demostrada por la guía de política monetaria ofrecida por el BCE, aunque ha admitido que estas directrices "tendrán que evolucionar".
"El debate hasta ahora ha sido sobre cuándo debatir. Es algo más bien de metapolítica monetaria", ha comentado el banquero francés, recordando que estas directrices representan una declaración de intenciones por parte del BCE, pero no un compromiso.
Por su parte, Japón se ha alineado con el BCE y ha recordado que EEUU que no debe alterar la cotización de las divisas. "Tenemos acuerdos en el marco del G7 y el G20 para no intervenir en los tipos de cambio por el bien del comercio y la competitividad internacionales, y debemos atenernos a ellos", afirmó el ministro de Finanzas nipón, Taro Aso, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Trump, Mnuchin y el BCE
El primero en desatar la polémica fue el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, tras declarar que un dólar débil era bueno para EEUU e insinuar que las políticas del país podría encaminarse en la búsqueda de ese objetivo.
Mnuchin tuvo que aclarar finalmente los comentarios que hizo sobre las ventajas de un dólar débil tras generara duras críticas y una caída en el valor de la moneda. El BCE acusó en la reunión de política monetaria de ayer a EEUU de romper el acuerdo para no alterar las divisas.
Durante una rueda de prensa en la localidad suiza de Davos, Mnuchin aseguró el miércoles que un "dólar débil" es "bueno para el comercio y para las oportunidades económicas".
Como no podía ser de otra forma, Donald Trump, presidente de EEUU, también ha dejado su sello en este intenso debate. En una entrevista concedida a la cadena CNBC desde Davos, el presidente de EEUU desdijo completamente el mensaje previo de su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, al indicar que el dólar "se fortalecerá más y más", conforme la economía del país siga creciendo.
"En última instancia quiero ver un dólar fuerte", sentenció el mandatario republicano incidiendo en que su país "está volviendo a hacerse fuerte económicamente y también en otras formas. De esta forma, Trump señaló que el nivel del dólar debería estar ligado a la fortaleza que demuestre la actividad económica a este lado del Atlántico.