
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha cargado duramente contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante su intervención en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas. Ha acusado al Gobierno socialista de no haber actuado con diligencia al inicio de la crisis de la banca, "no atacó los problemas de fondo de la banca, ni se analizó balances, ni activos dudosos, ni se tomó medidas sobre los consejos, excesivamente politizados y no profesionales". También ha respondido a las acusaciones de Rodrigo Rato, aclarando que Bankia manipuló el mercado con compra de acciones propias semanas antes de "presentar su dimisión", además de señalar que Rato quiso seguir al frente de Bankia tras dimitir.
Guindos ha asegurado que fue Rato el que inicialmente decidió dimitir, pero que una vez trató de continuar al frente de Bankia sí que exigió su marcha.
"Al día siguiente (de comunicar su dimisión) me vuelve a llamar y me dice que lo ha pensado bien y que va a continuar hasta la siguiente Junta. Ahí le dije 'usted dimite inmediatamente porque ya lo ha comunicado a la CNMV", ha manifestado.
De Guindos, ha negado que la cifra final que el Estado inyectó en Bankia viniera determinada por la reformulación de las cuentas realizada por el equipo de José Ignacio Goirigolzarri, tal como indicó la semana pasada Rodrigo Rato, y ha dejado claro que esta cantidad se definió en el marco del programa de asistencia financiera por parte de la Unión Europea.
"La cifra definitiva de inyección de capital fue la determinada en el programa de asistencia financiera y los cálculos que se hicieron en ese marco", ha asegurado Guindos durante su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorros, tras relatar las necesidades que presentó la entidad tras la reformulación de sus cuentas.
Antes de la dimisión de Rato, Guindos ha asegurado que el entonces presidente de Bankia "planteó varias operaciones de fusión con diversas entidades" pero que "ninguna de estas se concretó".
Asimismo, ha desmentido que antes de la salida de Rato de la presidencia de Bankia el Banco de España hubiera aprobado los planes de ajuste presentados por la entidad, y ha asegurado que fue el propio exvicepresidente el que decidió su marcha del banco tras no poder presentar sus cuentas consignadas por el auditor de la entidad, Deloitte, algo calificado por Guindos como un "hecho realmente inaudito".
Guindos también ha dicho que en las "semanas previas" a la dimisión de Rato, la entidad manipuló el mercado con sus acciones, excediendo "de forma clara y frecuente los límites legalmente establecidos respecto a la negociación de acciones propias, aumentando de forma muy notable su autocartera".
Sobre la salida a Bolsa de la entidad ha suscrito el fallo del Tribunal Supremo en el que se señala que el folleto de la OPV tenía "graves inexactitudes" adquiriendo "valores al borde de la insolvencia".
"Complejísima situación"
De Guindos ha recordado que pese a haber señales preocupantes en la economía mundial e internacional ya desde 2007, el Gobierno socialista no hizo nada hasta 2008. "Cuando llegamos al Gobierno en 2012 descubrimos una situación complejísima con una crisis económica, fiscal y financiera en ciernes", ha afirmado.
La recaída de tres cajas de ahorro (Bankia, Cataluña Caixa y Caixa Galicia) en 2011 es prueba "irrefutable de que no se actuó con eficacia", ha asegurado. Ha explicado que, de las tres cajas, Bankia era la entidad con más déficit y que optó por cubrirlo con su salida a Bolsa y ha incidido en que el Gobierno de entonces no entró en adoptar medidas de fondo para mejorar la valoración de los activos, mayores requerimientos de provisiones o para mejorar la gobernanza de las cajas de ahorro.
Gestación de la crisis
"Entre 2009 y 2011 una decena de cajas de ahorro recibieron ayudas públicas (...) que a cierre de 2016 tenían una pérdida esperada de 10.000 millones de euros", ha aseverado, tras criticar también que la aprobación del Plan E, de estímulo a la economía, "sirvió para desequilibrar más las cuentas del Estado".
"Una decenas de cajas de ahorros recibieron 23.300 millones de ayudas y otros 24.000 millones en esquemas de protección de activos, se dieron ayudas a fondo perdido y sin exigir medidas", ha lamentado De Guindos.
Medidas desde 2012
Guindos ha defendido que el Gobierno de Rajoy obligó a los bancos a aumentar las provisiones en más de 86.000 millones de euros, "la mayoría provenientes de sus cuentas de resultados", para sanear los balances.
Tras evaluar la resistencia y las necesidades de capital del sector en 2012, De Guindos ha explicado que el Gobierno solicitó el rescate por parte del Eurogrupo para las entidades "más débiles", y que de los 100.000 millones de euros ofrecidos "en condiciones favorables en cuanto a plazos y tipos de interés", solo se han usado aproximadamente 41.000 millones.
Ha añadido que las medidas aprobadas por el Gobierno han permitido evitar que el coste de los rescates financieros recayera en los contribuyentes y sanear las entidades con problemas.
El ministro ha señalado que el 'rescate' a la banca "sirvió para evitar la salida de España de la zona euro". "La alternativa era el concurso de acreedores, lo que habría significado una suspensión de pagos y una incertidumbre que habría arrasado a todo el sector", ha explicado.
Además, ha apuntado que "el Fondo de Garantía de Depósitos no podría haber hecho frente a la cobertura de los depósitos de los minoristas, que estimó en 250.000 millones de euros".
Pullas al equipo de Zapatero
De Guindos se ha referido al "fugaz atisbo" de estabilización económica que surgió en 2010, "los famosos brotes verdes" y a la recaída de la economía española posterior que reveló que las medidas adoptadas hasta entonces fueron "parches insuficientes".
Además ha señalado que la burbuja inmobiliaria se gestó sobre todo entre 2004 y 2007 y ha lamentado que el grueso de los recursos financieros fueran hacia la construcción que "alcanzó un peso desmesurado", al tiempo que ha criticado las ayudas fiscales a la vivienda aprobadas durante el gobierno socialista y que fueron "contraproducentes".
Preferentes
El ministro ha reconocido que la comercialización de preferentes "fue poco transparente" por parte de los bancos y que se han devuelto 8.000 millones tras la medidas adoptadas por el Gobierno.
Además, también ha defendido que ha sido el Ejecutivo quien ha liderado la implementación de la dación en pago para hipotecados con problemas económicos.
El formato de la intervención en la Comisión favorece las explicaciones de los comparecientes. El ministro de Economía se ha remontado a 2003 para explicar la crisis, pero en su relato ha obviado que el detonante de la crisis financiera fue el banco estadounidense Lehman Brothers que terminó contagiando a todo el sector financiero a nivel mundial. Guindos era el máximo responsable de la entidad en la división de España y Portugal y fue miembro del consejo asesor de Lehman a nivel europeo.
Sobre la caída de Popular
Guindos ha recordado que la resolución de Popular se realizó siguiendo al pie de la letra las reglas comunitarias, sin afectar a ningún depositante, sin contagiar al resto del sistema y, sobre todo, sin necesidad de utilizar ni un euro de dinero público.
"Que esto haya sido posible apenas cinco años después de haber atravesado la crisis financiera más dura de nuestra historia reciente es muestra también de que las cosas se han hecho correctamente", ha esgrimido Guindos.
Además, ha subrayado que, a partir de ahora, cualquier situación de crisis financiera "deberá solucionarse" siguiendo unas reglas comunes para el conjunto de la Unión Europea, como sucedió con Popular.