Economía

Los riesgos políticos que se avecinan complican el fin de año en EEUU

A punto de entrar en la recta final del año, la Casa Blanca sigue apoyándose en el brío económico experimentado por Estados Unidos para cimentar la agenda de la Administración Trump. Con una tasa de paro en el 4,1%, un PIB que creció un 3% en el tercer trimestre -a la espera de la segunda revisión que se conocerá el miércoles- y los récords alcanzado por la renta variable, las expectativas generadas por la reforma fiscal se perfilan como el principal catalizador de cara a 2018.

Sin embargo, cualquier movimiento en falso de los legisladores republicanos durante las próximas semanas puede fulminar la posibilidad de que el proyecto de ley llegue al Despacho Oval antes de las navidades. "Debido a la ajustada mayoría republicana en el Senado (52-48), es probable que toda la atención se concentre en el grupo de senadores republicanos que podrían frustrar la reforma fiscal como, por ejemplo, John McCain, Robert Corker, Susan Collins, Jeff Flake, James Lankford, Lisa Murkowski y Rand Paul", advierte Jordan Rochester, estratega de Nomura.

Es importante recordar que pese a que la Cámara de Representantes aprobó su proyecto de ley con 227 votos a favor y 205 en contra, el Senado debe someter a votación su plan, que difiere en varias cuestiones del orquestado en el Congreso. Está previsto que los senadores sometan su propuesta al escrutinio de la Cámara Alta este jueves. Si su proyecto recibe el respaldo suficiente -al menos 50 votos-, las propuestas de ambas Cámaras deben aunarse antes de volverse a someter a votación en las cámaras para después llegar al Despacho Oval.

Medidas extraordinarias

Pero los legisladores estadounidenses regresan hoy al Capitolio del receso de Acción de Gracias, donde no sólo centrarán sus esfuerzos en la reforma tributaria sino también en problemas no resueltos como el presupuesto y la entrada en vigor del límite de endeudamiento, riesgos que volverán a complicar el proceso legislativo a partir del próximo 8 de diciembre.

A partir de entonces, y salvo decisión de última hora, el Departamento del Tesoro de verá obligado de nuevo a imponer medidas extraordinarias para cumplir con sus obligaciones aunque los expertos no esperan que esta situación requiera atención inmediata hasta comienzos del próximo año. En lo que al cierre de algunas operaciones del gobierno federal se refiere, el estratega de Nomura reconoce que existe "un riesgo ligeramente más alto de que costumbre" pero confía en que "el resultado más probable será otro acuerdo de gasto para las próximas semanas que garantizará la financiación básica de agencias y servicios públicos.

Fuera de lo que ocurra en Washington, pero también ligado al escenario político del país, que el próximo año celebra elecciones legislativas, cobra especial protagonismo la elección especial en el estado de Alabama, donde el exsenador republicano, Jeff Sessions, dejó su escaño para ser nombrado Fiscal General de EEUU.

Este estado no ha elegido un senador demócrata desde 1994 y ofreció un amplio margen del 63% a Trump durante las elecciones presidenciales. Sin embargo, el nominado republicano, Roy Moore, se enfrenta a acusaciones sexuales que han cerrado la brecha con su contrincante demócrata, Doug Jones.

Aunque el resultado de dicha jornada electoral no se ratificará probablemente hasta el 26 de diciembre, limitando el impacto sobre cualquier proyecto legislativo en el Capitolio antes de que finalice el año, servirá de termómetro político de cara a las legislativas que se celebrarán en noviembre del próximo año.

La negociación del Tlcan

Otros asuntos que seguirán su curso en Washington son las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte -Tlcan o Nafta- así como la evolución de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre Rusia y la campaña electoral de Trump, un riesgo que los expertos incluyen en sus perspectivas a medio plazo. Fuera del Capitolio y la Casa Blanca, las miras están puestas en Corea del Norte, especialmente después de que la semana pasada el Departamento del Tesoro anunciase nuevas sanciones para Pyongyang, considerado de nuevo un país que apoya el terrorismo. Los riesgos geopolíticos acompañan también a las decisiones de política monetaria a este lado del Atlántico. El miércoles, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, comparece en el Congreso, una de sus últimas apariciones antes de la última reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos y de su salida del banco central a comienzos del próximo año una vez que el Senado confirme a su sustituto, Jerome Powell.

La coyuntura económica sopla a favor, salvo el claro repunte en los precios, para que la Fed suba tipos por tercera vez este año en su último encuentro de política monetaria del año. Sin embargo, la hoja de ruta para el próximo año, cuando Powell tome las riendas, dependerá del destino que logre la reforma tributaria así como la resolución de retos legislativos que pueden generar algo de incertidumbre en las próximas semanas. Hasta entonces, los economistas esperan que la Reserva Federal encarezca el precio del dinero entre tres y cuatro veces el próximo año.

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