
La actual situación política y económica de Reino Unido tiene paralelismos con la década pérdida que sufrió el país en los setenta, antes de la entrada en el poder de la dama de hierro Margaret Thatcher. l El Brexit castiga con el látigo de la inflación a los salarios y el consumo
Hay remontarse 40 años para ver a Reino Unido en una situación política tan delicada y con el riesgo tan elevado para su economía. La incertidumbre que está generando la posición del Gobierno de May en las negociaciones con la Unión Europea está provocando inestabilidad sin precedentes en Downing Street. Mientras de fondo existe un malestar social por una población cansada de años de austeridad.
El panorama recuerda a la década de los setenta con varios paralelismos. El premier conservador Edward Heath en 1974 convocó elecciones anticipadas para consolidar su posición. Como recientemente Theresa May, perdió la mayoría absoluta. Por suerte para la política se ha mantenido en el poder, pero con un gobierno fragilidad y con la amenaza de que el Partido Laborista siga recuperando apoyos con un programa de enmienda a la totalidad a las medidas tories.
May contra las encuestas
Las últimas encuestas sitúan a May como la mandataria más impopular desde 1997. La victoria en las últimas elecciones solo ha generado dudas sobre el liderazgo de la mandataria dentro del partido. Con toda seguridad, en la próxima Conferencia del Partido Conservador de octubre, surgirá una fuerte oposición interna.
Para Mark Dowding, gestor de BlueBay Asset Management, la situación económica y política y económica es delicada y recuerda que en 1975, un año después de la derrota de Heath, el Reino Unido tuvo que pedir un rescate al FMI, "y es probable que suceda otra vez". El experto asegura a Bloomberg que con la elección del Brexit el país se autolesionó y "creará dificultades durante mucho tiempo".
May no está dando respuesta a la incertidumbre que vive el país tras tomar las riendas del Brexit por la dimisión de David Cameron al perder el referéndum cuando apoyó la permanencia. El director general de Eurasia Group, Mujtaba Rahman, cree que May sobrevivirá hasta la conferencia del partido, pero "no está claro si sobrevivirá después de ella". Los pírricos resultados de las elecciones sin mayoría y con voces críticas dentro de su formación está haciendo difícil poner en práctica una estrategia clara para negociar con Bruselas una salida de la Unión Europea.
A todo ello se suma el problema de la seguridad nacional de los ataques terroristas. En los setenta era el IRA que añadía más presión social al malestar social provocado por el paro y la inestabilidad del gobierno conservador. Ahora son los atentados yihadistas quienes tienen ese rol.
Castigo a la libra
Y otro factor determinante que está jugando en los dos periodos es la libra esterlina. El alto nivel de gasto público llevó a la inflación a dos dígitos hundiendo a la moneda británica en los setenta. Hoy en día las consecuencias del Brexit se están dejando notar en los precios y en los salarios. Desde finales de 2015 cuando comenzó a cristalizar la posibilidad de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la libra se ha dejado más de un 15% frente al dólar y el euro.
Los inversores están comenzando a ver al país y su divisa como un país emergente. "El Reino Unido tiene una situación política menos estable que muchos mercados emergentes", apunta Ben Kumar del fondo Seven Investment, "y se ve reflejado en la libra", que antes de las turbulencias mantenía tendencia estable.
En 1976, el nuevo gobierno laborista solicitó un préstamo sin precedentes al Fondo Monetario Internacional, a cambio de asumir duros ajustes. La tensión se trasladó a las calles con decenas de huelgas por los límites salariales aprobados. Los dos años siguientes se conocieron históricamente como "el invierno del descontento" por las protestas sociales en esa estación con el paro disparado.
Cinco años de una profunda crisis terminaron con los gobiernos laboristas hasta que el primer ministro James Callaghan perdió en una moción de censura por un solo voto. Margaret Thatcher arrasó en las siguientes elecciones con el terreno abonado para asentarse como primera ministra durante 18 años seguidos.
La actual situación política tiene puntos en común con el comienzo de la era Thatcher, pero también diferencias que relaja el dramatismo. A pesar de la preocupación por la inflación, los precios siguen bajo control del Banco de Inglaterra y los tipos interés ayudan a paliar la atonía de la economía, pero los economistas advierten que podemos estar ante la calma que precede a la temporada, según Florian Otto, director de Investigación para Europa de la consultora de riesgo mundial Verisk Maplecroft.