Economía

El Brexit castiga con el látigo de la inflación a los salarios y el consumo

  • Las ventas minoristas de mayo registran una caída del 1,2%
  • Las salarios reales retroceden al nivel más bajo en tres años

Los últimos datos macro del Reino Unido reflejan el golpe del Brexit en la economía doméstica. El repunte de la inflación por la caída de la libra está castigando la confianza y el bolsillo del consumidor. Los salarios cayeron en mayo a su nivel más bajo en tres años tras el incremento del IPC al 2,9%, lo que ha tenido una gran incidencia en el desplome del consumo de mayo. l El Brexit aprieta: el Banco de Inglaterra se divide con la inflación disparada

Las ventas del comercio minorista cayeron un 1,2% mensual en mayo. Un parón para el consumo británico que terminará lastrando el crecimiento de la economía. El frenazo ha sorprendido a las previsiones más pesimistas, que anticipaban un retroceso significativo, tras el repunte pasajero de abril.

La Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido no ha ocultado que la cifra anticipa una desaceleración del crecimiento, que en el primer trimestre del año el PIB ya creció un pírrico 0,2%, "hubo una subida de precios en todos los sectores de productos y servicios", indica Ole Black, jefe de Estadística del organismo público.

El funcionario ofrece la clave de lo que está sucediendo. Las familias británicas están sufriendo una fuerte presión en las rentas por el aumento de inflación. En el mismo mes de mayo, los precios escalaron al nivel más alto en cuatro años situándose la tasa anual del IPC al 2,9%. En gran parte, la responsabilidad la tiene la caída de la libra, que en año y medio se ha dejado alrededor del 15% respecto al euro y el dólar.

Poder adquisitivo a la baja

Black señala que aunque en términos anuales las ventas minoristas crecieron un 0,9%, es el ritmo más bajo desde abril de 2013. A todo ello hay que sumar la incertidumbre para los consumidores y empresas con las nuevas elecciones. Varias compañías británicas, volcadas en el comercio minorista, han revisado a la baja sus previsiones de beneficio por la incertidumbre generada por el Brexit y el resultado de los comicios.

A principios de esta semana, la empresa de tarjetas de crédito Visa informó que los consumidores británicos redujeron su gasto por primera vez en casi cuatro años.

La contracción del consumo coincide con el efecto de la inflación sobre los salarios. Los ingresos medios subieron un 1,7%, el ritmo anual más bajo desde principios de 2015, lo que condena a una pérdida de poder adquisitivo del 0,6% con el actual nivel de IPC. Lo peor son las previsiones. Tanto los economistas de Barclays como de HSBC piensan que la situación empeore según avance el año.

Empobrecimiento

El propio Banco de Inglaterra, en boca de ‎Mark Carney, ha reconocido que la subida de precios está siendo mayor de lo esperado y podría superar el 3% durante un largo periodo de tiempo. "Los salarios reales seguirán cayendo notablemente", explica James Smith, economista de ING a Bloomberg. La entidad cree que la situación se verá agravada por la actual situación política, May todavía no tiene cerrado gobierno, y la apertura de las negociaciones del Brexit.

La perdida de poder adquisitivo de los asalariados contrasta con el buen tono del mercado de trabajo. La tasa de empleo del Reino Unido alcanzó un nuevo récord en el primer trimestre del año, cuando se situó en el 74,8%, mientras que el desempleo cayó hasta el 4,6%, el nivel más bajo en 46 años. Lo que está pasando es un "empobrecimiento general de las rentas y los salarios"concluye Stephen Clarke, analista de Resolution Foundation.

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